Tercer festejo del ciclo novilleril de septiembre, corriéndose novillos de la veterana y conocida ganadería andaluza de Concha y Sierra, encaste Vázquez-Beragua. Los astados acusaron acusaron flojedad de remos y fueron deslucidos, en varas entraron al caballo y la pelea fue desigual. A la muleta llegaron cortos de embestida y deslucidos.

 

Iván Abasolo se lució con el capote ante el primero, que después de varas acusó falta de fuerza quedando corto de embestida y ya todo fue deslucido. Empleó dos pinchazos y una perpendicular ladeada para que doblara el novillo, entonces sonó un aviso. El cuarto novillo lo toreó bien de capote. En banderillas echó la cara arriba y ante la muleta se venció por amos lados. El diestro se encontró a merced del novillo perdiendo la muleta en una arrancada. Toreo movido para acabar de dos pinchazos y estocada caída perdiendo la muleta en el embroque.

 

Ángel Puerta tuvo en el segundo un oponente justo de fuerza que se salió suelto en varas, frenó en banderillas. Ante la muleta se dieron detalles sin concretar nada. Tras un pinchazo sin soltar y estocada con desarme al entrar a clavar fue aplaudido. El quinto realizó una discreta pelea en varas quedó corto de arrancada y no hubo nada que hacer, de una estocada delantera dobló el novillo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Jesús Chover hizo su presentación en la plaza de Madrid. Se le vio decidido y con ganas de hacer cosas. Recibió al tercero con unas largas cambiadas y verónicas que se aplaudieron. El novillo se salió suelto en varas y se lució en un quite de frente por detrás. La faena no tuvo ningún hecho destacable y al matar de una estocada trasera absurdamente los entusiastas le pidieron la oreja, lo que aprovechó para dar la vuelta al ruedo. Un poquito de seriedad se debe de exigir a esos aficionados noveles en la plaza de Madrid. El sexto que cumplió en varas lo banderilleó con decisión al cuarteo, al clavar el último par resultó cogido sin consecuencias.

 

Ante la muleta se doblaba de manos y no hubo nada que hacer, le propinó tres pinchazos sonó un aviso otro pinchazo, una casi entera y trasera, otro aviso, y comenzó con el descabello sin lograr que doblase el novillo en una arrancada del novillo le cogió repetidamente propinándole una grave cornada. Sonó el tercer aviso y aparecieron los cabestros de Florito pero no hubo manera de que el toro volviera al corral lo llamaron desde un burladero y fue apuntillado.

 

Una vez mas hemos observado la deficiente colocación de los toreros al citar y es evidente que ninguno de ellos practica la suerte de matar de acuerdo con los cánones del clasicismo.

 

 

 

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera del Éxito 103