En el primer domingo de julio se ha iniciado el ciclo Promoción de Novilleros que durante el presente mes se va a celebrar en la Monumental de Las Ventas.

 

En el primer festejo se han corrido novillos de la ganadería portuguesa de Murteira Grave, en caste gamero cívico, procedencia Parladé encastados y con genio dieron juego desigual, embistiendo arreones. No rehuyeron la pelea en varas, algunos flojearon de remos. Ante la muleta se quedaron cortos y echaron la cara arriba. En resumen, dieron juego deslucido.

 

Los novilleros que sin duda salen a darlo todo con valentía, pero ante astados de este estilo hay que resolver la papeleta con sentido lidiador. No hace falta exponer y perder el tiempo cuando no se va a lograr nada positivo. Con un trasteo eficaz se domina a la res y será ejemplo de torería.

 

En esta primera cita formaban la cabecera del cartel: el cordobés Manuel Fernández “Mazzantini”, el catalán de Sant Boi del Llobregat (Barcelona) Jesús Fernández, que resultó cogido grave, y el jerezano Ángel Puerta.

 

Se les vio buen estilo torero en el manejo del capote y la muleta, pero con bagaje lidiador. Ante el carretón se ponen a torear bonito, toreo de carril, pero ante los novillos, que presentan inconvenientes, hay que acoplarse y dominarlos. Las faenas tienen un límite: si un novillo se queda corto y echa la cara arriba hay que doblarse con él y el aficionado debe apreciar lo que es lidia correcta y considerarla. La faena larga de pases deslavazados resulta pesada y de ignorancia lidiadora. En la lidia el torero no debe ponerse bonito, debe ponerse torero. Y lo peor es la forma de ejecutar la suerte de matar. Se hace de una manera adulterada  tal que se debe de decir ¡basta ya! No se juega la muleta, se perfilan al hilo del pitón y atacan yéndose de la suerte y con el brazo suelto. Obligadamente, el estoque se clava, quedando caído o bajo o no se clava y hasta perdiendo la muleta en el embroque.

 

Comento esto para advertir la situación en que nos encontramos. Así el toreo se hace a capricho, que es destoreo, olvidando lo que dicen los cánones. Los jóvenes toreros deben de rectificar y seguir la línea clásica y los aficionados no aceptar esos modelos coletudos, por el bien de la fiesta. En esta ocasión tras la muerte del sexto novillo, lidiado en quinto lugar por la cogida de Jesús Fernández, que se corrió turno para que Mazzantini no tuviera que lidiar dos novillos seguidos, dobló de un bajonazo y hubo público que le pidió la deja ¡y en la plaza de Madrid! ¿A dónde vamos a parar?

 

Como dato curioso, la novillada anunciada para comenzar a las ocho de la tarde, se adelantó a las seis de la tarde para dejar tiempo al aficionado para presenciar la final de la Copa de Europa de selecciones nacionales, entre Italia y España.

 

Así, a pesar de la larga duración de la novillada dos horas y treinta minutos, con avisos incluidos, pudimos ver el partido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera del Éxito 103