El cartel lo encabezaba Francisco José Alcázar, un joven rejoneador de Lorca, que actuó en tercer lugar. La verdad es que en la tarde de hoy ha demostrado que aún tiene mucho que aprender, ya que incluso con dos de sus caballos no pudo siquiera poner una sola banderilla, por los terrenos de afuera no se acercaba lo suficiente y por los adentros el novillo tocaba casi siempre al caballo y no intentó ni una sola vez entrar recto o realizar algún quiebro. Esperamos que continuando con su aprendizaje pueda algún día hacernos cambiar lo que después de este festejo pensamos.

En la lidia a pie el primero en torear fue el alumno de la Escuela de Tauromaquia de la Región de Murcia, Alejandro Caravaca, que en este festejo no ha estado a la altura que conocemos de él. Un Alejandro que nos tiene acostumbrados a verlo torear con seriedad, mandando, poniéndose en su sitio, ligando las series…, pero que esta tarde no ha conseguido encontrarse a sí mismo y donde a pesar de pasarse la tarde anterior dedicada exclusivamente al carretón, ha estado sin sitio a la hora de entrar a matar. Esperamos que lo ocurrido en Marchena sea simplemente un mal recuerdo en su futuro y donde saque conclusiones para en otras actuaciones estar como él sabe y quiere. 

Miguel Ángel Moreno, toreaba en “su casa”, pero precisamente por eso se ha esforzado y ha demostrado por qué está toreando este año, que el actuar en Sevilla es fruto de su tesón y ganas de llegar a ser alguien en este difícil mundo. Ha estado variado, haciéndole a cada novillo la faena que tenia, con ganas y entregándose en cada momento y tenemos que tener presente que los dos novillos fueron buenos, pero que te exigían hacerle las cosas bien y sin dudarles en ningún momento. Si bien tenemos que destacar las dos faenas en su conjunto, no es menos cierto que en la retina se nos han quedado unas verónicas a pies juntos al primero de su lote, verdaderamente preciosas.

 

 

paco sastre web.jpg   Crónica de Paco Sastre