¿Quién iba a decir que el chaval que aparece en el centro de la fotografía se fuera a convertir en una leyenda del toreo? Manuel Rodríguez Sánchez “Manolete”, vio por primera vez Córdoba el 4 de julio de 1917. Pero, ¿Cómo era la Córdoba que vio nacer a uno de los toreros más reconocidos en el mundo?

Aquel día el calor apretaba de firme, aunque a la sombra y en habitaciones bajas se podía disfrutar de una temperatura de 32 grados. Al parecer, Angustias Sánchez, madre del torero, sufrió en el parto el calor característico de un julio cordobés. Tampoco estaría muy atenta doña Angustias de la polémica creada en torno al Hotel Suizo, que contaba con partidarios y enemigos del derribo del local que ocupaba este edificio. Tampoco estaría muy preocupada por la petición de pan que hacían los vecinos de San Lorenzo al alcalde de aquella época, José Carrillo, que se quejaban de que las piezas no daban el peso reglamentario.

Y es que mientras estaba naciendo el torero más universal de España, el Catedrático del seminario, Joaquín Tirado Redondo, marchaba a Pozoblanco a pasar sus vacaciones. Además, llegaba de Cabra el primer teniente de la Infantería, Joaquín de Silva y su bella esposa, Soledad Amo. Todo esto, mientras pasaba el día en la ciudad el diputado a Cortes, Juan de Dios Porras. Doña Angustias, con los dolores del parto, seguro que lanzó rezos a la imagen de la Virgen que presidía el altar de la barriada cordobesa de Alcolea, donde contrajo matrimonio con Manuel Sánchez Rodríguez, padre del torero.

 

Retrato de Manolete, autos Jose Luis Cuevas

Desde la calle Torres Cabrera número 2, donde nació “Manolete”, no se escuchaban los rezos de la iglesia conventual de los Trinitarios descalzos, que se abría junto a la Puerta de Plasencia, y donde tuvo cumplido efecto el domingo último de mes una ceremonia suntuosa organizada por la Pía Asociación de la Santísima Trinidad y Santísimo Cristo de Gracia, que en aquel entonces, bajo la presencia del joven cordobés Eugenio Barroso Sánchez-Guerra, deplegaba todos sus entusiasmos para probar la ardiente devoción que siente esta ciudad por la imagen de Nuestro Padre Jesús de Gracia, conocido como “El Esparraguero”. También, mientras “Manolete” llegaba a este mundo, las carmelitas descalzas de Lucena, la misma comunidad que en la actualidad habla por teléfono con el Papa Francisco, recibían una buena noticia, se concedía la obra de reparación de su convento por 1.500 pesetas.

 

Ese día, 4 de julio, además, fue detenido en Baena Francisco Mocejil López, que viajaba sin billete desde Bobadilla. También, en las proximidades de Montoro fueron sorprendidos tres sujetos que conducían caballerías robadas. Perseguidos por la Benemérita se dio alcance a Martín Parras Rodríguez, que resultó ser licenciado de presidio.

Lejos de la suntuosa tranquilidad que se vivía durante el nacimiento del torero en el barrio de San Miguel, Europa sufría los efectos de la Primera Guerra Mundial. Sin ir más lejos, el día en el que “Manolete” nació, la Administración francesa autorizó el tránsito por su territorio de la correspondencia que se cambiaba entre los alemanes residentes en España y sus familias en Alemania, siempre que sólo se tratase en aquellos asuntos de familia y llevase en lugar preferente del sobre escrito la designación “Nouvelles Familia”.

Poco sabían los taurinos cordobeses de la época que ese mismo día estaba naciendo un hito del mundo del toro en su propia ciudad. Seguramente estaría más centrados en el domingo próximo cuando se lidiarían, en la Plaza de Toros de Ronda de los Tejares, cuatro novillos de González Trapero por los diestros Enrique Ruiz, “Machaquito II”, y José Martín Domínguez, de Sevilla.

 

Tampoco disfrutarían ni doña Angustias, ni Manuel del pasacalles que protagonizaría la Banda Municipal en el Paseo de la Victoria y en la que interpretaría “Pasacalle en 3 por 4”, de Eduardo Lucena, o “Fantasía de El sueño de un vals”, entre otros muchos temas. Mientras, en el Gran Cine Salón Ramírez, la compañía cómica de Carlota Plá interpretaba “Amores y amoríos”. En la Plaza de Toros-Ideal Cinema se estrenaba el tercer episodio de la película de aventuras policiales en 11 episodios y 22 partes, titulada “El Círculo Rojo”, con un precio de silla a 0,40 pesetas; y general, a 0,10. Eso sí, quizás, posiblemente pasado el parto, los padres de “Manolete” asistiesen al CineVictoria que muy pronto estrenaría “Las Aventuras de Ladis”.

Lo cierto es que en la noche en la que nació “Manolete”, además, hubo un eclipse lunar en Córdoba. Podría hasta ser esto una paradoja de lo que significaría este torero para el mundo del toro: un eclipse de aquella época que era capaz de cubrir con su presencia, su saber estar, su arte en la plaza, su personalidad y su elegancia, cualquier astro mayor.

RAFAEL VALERA

JOSE LUIS CUEVAS

Montaje y Editor – Escalera del Éxito 254