Cerrojazo de temporada en la Monumental Plaza de Toros “México” en la que confirmó alternativa el colombiano Luis Bolívar, a quien el público mexicano sólo conocía por la televisión y se le esperaba ver tras su labor en ruedos ibéricos. Antes que Bolívar, confirmaron en la México los colombianos Pepe Cáceres, César Rincón y Edgar García “El Dandy”

 “Madrilisto”, número 100 con 480 kilos, fue el que abrió plaza con una salida un tanto fría, al que el colombiano Luis Bolívar recibió con mucha actitud y quitó con chicuelinas por ambos lados. Inició su labor con la muleta por pases cambiados por la espalda y uno de trinchera. Prosiguió con series de derechazos, corriéndole la mano a un toro con raza que le fue muy bien por el lado derecho. Citaba muy al estilo de Pepe Luis Vázquez desplegando la muleta en el momento que el toro la tomaba y con mucha decisión llevó por naturales al de Barralva, pero este llevaba la cabeza a media altura y no iba franco a la muleta. Así es que continuó con series cortas por derecha a “Madrilisto” que fue a menos muy pronto. Mató a su toro de confirmación de alternativa con una estocada entera deprendida tras una media. Recibió los aplausos del público que asistió al cierre de la temporada.  “Farolero”, número 100-5 con peso de 475 kg., muy alto y bien armado, precioso en tipo con hechuras típicas de Parladé, que se rehusaba al castigo. Brindó al ganadero de Barralva, don Luis Álvarez Bilbao, con el desacuerdo del respetable. Inició una faena bien planteada e inteligente por doblones con mucho mando. Demostrando la raza y el sitio que tiene con la muleta, Bolívar Domínguez estructuró derechazos de mucha emotividad. Buscó ligar por naturales pero vio que el toro no mostraba la calidad que por derecha. Con poder y dominio, volvió a plantear por derecha. Una faena con sentido y congruencia que no pudo concretar con una buena estocada. Fue ovacionado tras hacer escuchado un aviso.

Humberto Flores lanceó a “Gironcillo”, número 108 con peso de 490 kg. por navarras. Saludó al tercio Gerardo Angelino. Dio una faena predominante en derechazos a un toro que mostró transmisión y emotividad en sus embestidas. Fue hasta la última serie en la que ya no metía la cabeza en el último tiempo del pase. Flores colocó una estocada entera con notorio derrame. Un toro que vendió cara su muerte que recibió palmas en el arrastre y Humberto escuchó los silbidos de un público que exige mucho a los toreros.  El cuarto de la tarde fue “Bilbalero II”, número 107 con peso de 475 kilos, colorado, que estuvo a punto de desarmar al matador en los lances de recibo y derribó a uno de los picadores. Quitó por chicuelinas para probar al toro y remató por revolera. Inició su faena con pases por alto. Contrario a lo ocurrido en el primero de su lote, Flores pareció entenderse con el de Barralva, y ligó su primera serie por derechazos. Luego de tener buena respuesta del astado, continuó por izquierda ante presentes ráfagas de viento, y decidió seguir por derechazos en los que logró capturar la atención de la afición capitalina. El toro se fue a tablas y la cuadrilla trató de llevarlo hacia los medios, sin embargo, sorpresivamente el de Barralva se echó junto al estribo. Trató de seguir por derecha y terminó por manoletinas. Fue pitado tras escuchar un aviso y no acertar en la suerte suprema.

Víctor Mora recibió por verónicas a “Clavellino”, número 107 con 472 kilos, y tras la labor de los picadores, el hidrocálido toreó por navarras. Inició una faena dispersa con una vitolina para empezar a torear por derechazos justo cuando el viento hizo su aparición. Intentó por el lado izquierdo y al quitarle la muleta para no ahogar al toro, fue alcanzado por el tercero de la tarde sin percance que lamentar. Continuó por derecha y luego siguió por naturales sin aprovechar las cualidades del astado. Mora se mostró desconfiado y con poco planteamiento, se acercó mucho al toro para agradar y concluyó por manoletinas pasándose el tiempo de faena, protestando el público por ello. Tuvo poca suerte con el acero y se despidió en silencio tres escuchar un aviso.  “Don Bolillo” con el número 152 y peso de media tonelada, reseñado con el nombre de “Don Palillo” pero el ganadero le cambió el nombre antes de la corrida, colorado ojiblanco paliabierto, que cerró plaza y la temporada. Inició su labor muleteril por derechazos sin lograr estructurar su faena. Se mostraba tenso y nervioso como suele pasar con un torero que tiene pocos festejos al año. En cuatro ocasiones pinchó en el costillar del toro, al abrirse mucho de la recta, pues el toro abarcaba casi toda la muleta con la cornamenta. Tras un aviso dejó una estocada desprendida y se despidió en silencio.

 

Así concluye la Temporada Grande 2009-2010 con esta corrida décimo novena, y el coso de Insurgentes abrirá sus puertas nuevamente hasta la Temporada Chica en el verano de este año, en la que por ley se darán 12 novilladas. Este primer domingo del mes de marzo se festeja en México el Día de la Familia y aprovechando este cierre de temporada, envío una cordial y afectuosa felicitación a toda la familia taurina que nos lee por este medio en todo el mundo.

 

 

Crónica de Paulina Romero Barrientos  832010112421~12680798511390.jpg