AMIGOS QUE ESTUDIARON CARRERAS UNIVERSITARIAS EN CÓRDOBA SE REÚNEN PARA RECORDAR AQUELLOS AÑOS

Crónica y fotos de Ladislao Rodríguez Galán. Escalera del Éxito 260

Pocos rincones hay en Córdoba tan atrayentes y con tanta historia como la finca «El Capricho» (Alcolea) propiedad de los hermanos Centeno. Con el prestigioso hierro de El Capricho están marcados los toros y los caballos que se crían en este paraíso natural.

Pero este lugar maravilloso también está abierto a eventos y celebraciones de todo tipo por la belleza que encierra y por la calidad contrastada de su gastronomía.

En esta finca, según está demostrado,  Rafael Molina «Lagartijo» dio sus primeras lecciones al Guerra.

Es «El Capricho», un trozo de Sierra Morena, la mejor de las dehesas donde se cría el toro bravo y retozan las yeguas.

Y una vez más esta finca ha sido protagonista de un acto social de gran calado. Se ha celebrado un encuentro entre amigos y compañeros que en su juventud estudiaron carreras universitarias en nuestra ciudad y siguen manteniendo esos vínculos de cariño forjados en los años de sacrificio y lucha para labrarse un futuro.

Y han venido de toda España y al entrar les han recibido jinetes a caballo y dos guapas  chicas, vestidas de faralaes (Begoña y María)   que entregaban a las señoras una flor y un abanico.

Esta reunión, iniciada por Manuel Pimentel, es la tercera que les concita. La primera tuvo lugar en la finca  del cercado Las Pitas, la segunda edición se realizó en la finca La Soledad, propiedad de doña Eloísa Navarro y esta, que hace la tercera,  ha sido en el marco incomparable de una finca ganadera emblemática como «El Capricho» en la que el mundo del toro es su emblema.

En una noche extraordinaria, empresarios, toreros, ganaderos  y aficionados se reunieron en una velada que se inició con un Espectáculo Ecuestre, en el que intervinieron los jinetes Rafael López Cano, Esperanza Blázquez Torres, Isabel Mª Paredes Cano y José María Osuna. Todos montando y luciendo bellos ejemplares criados en esta finca de Hermanos Centeno.

Punto álgido de la noche fue el espectáculo entre caballos de la bailaora Mª José Soldado, que interpretó varias  piezas  musicales bajo la pálida luz de la luna y rodeada de equinos. El baile andaluz en su más pura esencia.

Una idea y detalle de la organización, compuesta por Augusto Centeno, Macarena Recio y Juan Manuel Rus para obsequiar, sorprendiendo, a los numerosos invitados.

Pero aún hubo otra sorpresa. La firma flamenca «Con Volantes», propiedad de FLavia y Vanesa Orozco (hija del novillero Rafael Orozco) donó un traje de faralaes para que fuera sorteado entre las señoras asistentes.

A esta fiesta de grandes amigos asistieron como invitados los matadores de toros Rafael González «Chiquilín», José Luis Moreno y Julio Benítez «El Cordobés» Jr.

Sobra señalar que en una delicia de noche, el ambiente fue entrañable y que todos los reunidos recordarán esta velada irrepetible. Y, como ya es tradicional, han quedado en reunirse el año que viene…