Ya estamos en la recta final de la temporada de 2011 y la novi­llada programada tuvo poco atractivo, pues no se alcanzó la media entrada y el resultado artístico tan poco alcanzó un elevado tono.

Se corrieron novillos de la ganadería gaditana de Mari Camacho, aceptables de presentación flojearon de manos y cortos de embestida no ofrecieron oportunidad de lucimiento. El sexto fue la excepción en cuanto a fuerza y embestida.

 

El pacense Daniel Morales que hacía su presentación en Madrid se le vio con oficio y voluntarioso. El primero de la tarde con buena arrancada de salida la perdió tras la suerte de varas que flo­jeó de manos. Ante la muleta se quedó corto de embestida y echando la cara arriba. En vez de cortar porfió muleta en mano y tras una es­tocada con el brazo suelto sonó un aviso, dobló el novillo y saludó desde el tercio obligado por un grupo de paisanos.

El cuarto llegó a la muleta flojeando de manos. Corto de embestida y derrotando. Así no había nada que hacer y acabó de un pinchazo y estocada caída recetada con el brazo suelto.­

 

El valenciano Cayetano Garcia, también hacía su presentación y dejó ver buenas maneras toreras. Su primero se iba suelto de los capotes.

Ante la muleta tardeó en la arrancada y se quedaba corto. El diestro se le vio puesto y con clase en detalles, pues no fue posible más. Con el brazo suelto dejó una estocada, sonó un aviso por alargar  la inútil porfía ante una embestida imposible del astado y llegó a sumar cinco descabellos.

 

El quinto suelto de salida, saltó al callejón, en el quite se cayó en la cara del novillo y el oportuno quite evitó el percance. Con nobleza y cálida en la embestida llegó el astado a la muleta, pero por flojedad se quedaba corto y no repetía en la embestida. Incompresiblemente alargó la porfía muletera y acabó tras estocada, pinchazo, aviso y descabello.

El toledano Raúl Rivera se lució con el capote aprovechando la arrancada de salida  del tercero.

 

 

Banderilleó con dos pares al cuarteo y uno  del violín. Ante la muleta el novillo se quedaba en menos de media arrancada. Lo despenó atacando con el brazo suelto y olvidándose de jugar la muleta para marcar la salida un palotazo en la cara. Atacó de nuevo y dejó una segunda estocada que fue definitiva. Saludó desde el tercio obligado por los paisanos. El sexto salio con fiereza e ímpetu derribando por dos veces en la suerte de varas. Tras empujar se repuchó y recargó. Lo banderilleó como en su anterior novillo, con dos pares al cuarteo y uno al violín con fácil ejecución y al hilo del pitón. Ante la muleta el toro se viene abajo y tardea, para terminar por no pasar. Con brevedad se lo quitó delante.

Es evidente que los novilleros frutos mantenedores de la Fiesta de los Toros, se les vea con los mismos defectos que los toreros de alternativa actuales, salvo pocas y honrosas excepciones. Sobre todo con la muleta y en el manejo de la espada. Así no vemos claro el futuro de la lidia en los tiempos venideros.

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera del Éxito 103