Con la entrada acostumbrada de estos últimos meses en Madrid ocupada la plaza solo en un cuarto del aforo o menos, lo que supone un síntoma alarmante de falta de afición. Se corrieron cuatro novillos de Fidel San Román encaste Villamarta discretamente presentados con fuerza y casta justa que dieron juego deslucido. Los corridos en tercer y cuarto lugar pertenecían a la divisa de Mollalta, de origen Torrealta que no han desentonado del juego general de la otra casta quedándose en la arrancada y echando la cara arriba. En cuanto a los novilleros Raúl Rivera que ya había toreado en el ruedo madrileño en la temporada de 2011, Jesús Chover en el año 2012 y Manuel Cuenca «Chicuelo de Hellín» hizo en esta fecha del 2013 su presentación en Madrid.
Los matadores de novillos-toros se les ha visto decididos y con ganas de triunfo, pero sus posibilidades toreras actuales no corresponden con sus posibilidades. Decisión les sobra, de valor tienen el deseado pero en su toreo está el acentuado defecto que se viene realizando en el siglo XXI. Toreo citando con el pico de la muleta, sin cruzarse en la cara del novillo sino con posición al hilo del pitón y sacando el pase rápido sin temple, sin sentirse ni gustarse. Toreando para dentro para ligar el siguiente. Esto lo tienen que tener en cuenta no solo los novilleros de este festejo sino la mayoría del escalafón. Hay que torear recordando la ley de oro de Juan Belmonte: «parar, templar y mandar». Sentirse y gustarse al torear mejoraría su ejecutoria y su torería alcanzando con capote, banderillas porque son fáciles en su afán de lucirse en el segundo tercio, como han dejado ver hoy. Y por último les pedimos que se olviden de matar con el brazo suelto y atacando fuera de la suerte. Si rectifican ganarán en torería y gozarán de un buen cartel, condiciones creemos que poseen. Rectificar a tiempo puede significar gozar de un prestigio torero en su bien y en el de la fiesta. Esperamos que se animen a rectificar.
