De la reputación de la divisa de Alcurucen, encaste Carlos Núñez, se esperaba un buen juego en el ruedo y al ser arrastrados los dos primeros de la tarde así fue, después cambió el comportamiento de los astados, la técnica torera, que impera en Darte de los diestros del siglo XXI, más de pega pases, sin cruzarse y citar con el pico de la muleta, que hacerlo cruzados ante la cara del toro y presentar a este la muleta planchada y traerlo dominado, templado y toreado hacia den­tro, en vez de rematar el pase hacia fuera y cortar para no sacar otro, sin ligarlos, es lo que significa la lidia apropiada.

 

El mexicano Joselito Adame que confirmó su alternativa del año 2007, en la Plaza francesa de Arles, se mostró decidido ante el primero, el toro de la ceremonia, de nombre Escribano, marca­do con el número 79, negro chorreado, con 529 kilos de peso, y cinco años y medio de camada. En varas empujó y el diestro se lució en el quite por chicuelinas. Inició la faena por estatuarios citando de lejos. Le tropezó el toro y cayó en su cara, estuvieron pronto al quite y no hubo nada que lamentar. Aprovechó la buena embestida para lograr tandas de muletazos sobre ambas manos y cerró con manoletinas.

 

Entrando con el brazo suelto dejó una estocada que rubricó con descabello, y saludó desde el tercio. El sexto manso, se iba suelto y tardeó al arrancarse a la muleta. Todo quedó en buena voluntad del diestro para rematar pero con el brazo suelto.

 

Sebastián Castella recibió al segundo con lances rodilla en tierra. El toro se arrancó de lejos al caballo, en varas peleó con fijeza y llegó a la muleta con arrancada larga, noble y humillando. Logró una sucesión de pases sobre ambas, pues el toro no se cansaba de embestir, sonó un aviso y montó la espada. Con el brazo suelto dejó una estocada. Al diestro le concedieron una oreja y el toro fue muy aplaudido en el arrastre.

 

El cuarto no se entregaba ante el capote, embestía con la cara alta. En la primera vara se salió suelto y recargó. También se fue suelto de la segundo vara. A los banderilleros les puso en un aprieto al clavar los pares, cortando el viaje y haciendo hilo con ellos después de clavar, hasta «tomar el olivo”; saltar la barrera. Sentado en el estribo de la barrera, inició la faena que la continuó citando fuera de cacho y el pico de la muleta. El toro tardeaba en la arrancada y rajado. El muleteo se hizo largo y sonó un aviso. Lo despachó de pinchazo sin soltar con el brazo suelto de estocada ladeada y desca­bello.

 

Miguel Ángel Perera tuvo en el tercero, un toro que acudía al capo­te y cuando vio al caballo se fue directo por dos veces. Con buena embestida al principio de la faena, el diestro se cayó en la cara sin nada que lamentar. No acertó a aprovechar al toro por su afán de citar fuera de cacho y torear perfilero. Perfilado al hilo del pitón y con el brazo suelto dejó una estocada atravesada que remató de tres descabellos, escucho algunos pitos.

 

El quinto descarado de pitones y cornivuelto, ya ante capote cortó el viaje. En varas se  fue suelto y se dobló de manos, en conclusión, manso y con poca  fuerza. Se lo llevó a los medios pases y más pases sin relumbrón para mandarlo al desolladero de media estocada atacando como casi todos con el brazo suelto.

 

Finalizado el festejo, los diestros cumplimentaron a Su Majestad el Rey Don Juan Carlos I de Borbón  al que brindaron sus primeros toros.

Sebastián Castella recibió el premio de la Oreja de Oro que la Asociación de la Prensa de Madrid, concede al triunfador de la corrida.

 

 

…Y mañana continuación del largo ferial de San Isidro. ! Que Dios reparta suerte!

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera Del Éxito 103