Un lleno total presentó la plaza con motivo de la lidia de los toros de Victoriano del Río, mansos con casta y los espadas Sebastián Castella, José María Manzanares y Alejandro Talavante.

Castella tuvo en el primero un toro con cabeceo molesto y corto de embestida. Usando recursos toreros lo preparó para quitárselo de delante de una estocada y tres descabellos. El cuarto un toro de buena embestida para la muleta y logró pases largos con temple. A modo de recibir cobró una estocada definitiva. Un aviso antes de que doblara el toro por la extensión de la faena que fue premiada con oreja.

José María Manzanares entonado en su toreo de capote y muleta con finura torera en su ejecución se extendió en la faena al segundo, un toro encastado y noble con el que alcanzó lucimiento muletero que alargó hasta escuchar un aviso. Lo remató de estocada recibiendo y fue premiado con oreja. Al quinto, un toro con 600 kilos a cuestas y tan noble como su peso, pero cambió y pegó arreones ante la muleta. Sin perderle la cara lo preparó para quitárselo de delante de dos pinchazos y dos descabellos.

Alejandro Talavante fue el triunfador de la tarde, tenía una espina clavada ante la afición de Madrid y por sus dos faenas salvó su prestigio torero. El tercero, un toro manso que embestía noble y repetía, comenzó la faena por estatuarios, continuó por derechazos y naturales ligados y pases de pecho sacando la muleta de cabeza a rabo. Una estocada entrando por derecho tumbó sin puntilla al astado y el premio fue de dos orejas con apoteosis. Al sexto que derribó con fuerza en varas y en banderillas cogió grave al  banderillero Valentín Luján. El toro humillaba pero tiraba derrotes que molestaba el acoplamiento. Como no había nada que hacer recetó una estocada tendida y lo finiquitó con el descabello. Ovación y salida triunfal por la Puerta de Madrid, como se ha llamado siempre, no la tontería de los modernos de decir Puerta Grande, respeten lo clásico, como en Sevilla, Córdoba y Nímes.

 

Madrid 25 de mayo 2013. Monumental de Las Ventas. Feria de san Isidro

 

Con un lleno hasta la bandera presenciamos la despedida del gran rejoneador portugués Joao Moura, triunfo con oreja de Pablo Hermoso de Mendoza y confirmación de alternativa de Miguel Moura.

 

Tarde divertida de la corrida de rejones como es característica de estos festejos ecuestres con las actuaciones que hacen todo por agradar y un público entusiasta que lo aplaude todo. Los toros pertenecían a la ganadería de Los Espartales, con encaste Moruve que dieron juego aceptable encelados en las colas de los caballos.

El que ha sido gran figura del rejoneo portugués Joao Moura con maestría exhibida por los ruedos del orbe taurino en esta su actuación con destellos de maestría se despidió de la afición de Madrid. Aprovechó esta actuación para confirmar la alternativa a su hijo Miguel Moura, que dejó ver buenos destellos de toreo a caballo y de certeza con los rejones. Padre e hijo fueron muy aplaudidos.

Pablo Hermoso de Mendoza dio un recital de su magistral toreo ecuestre y acierto clavando al estribo que no a la grupa rejones y banderillas. Tras el rejón de muerte certero remató a pie con el descabello. Al doblar su primero, tercero de la lidia fue premiado con oreja. Una actuación más y sigue en su triunfal historia torera y ecuestre.

 

 

 

Madrid 26 de mayo 2013. Monumental de Las Ventas. Feria de san Isidro

La presidencia pone orden en la plaza y mantiene el prestigio de La Monumental. Casi lleno y un público fácil de entusiasmar con las artimañas toreras de pases del toreo generalizado en este siglo. Citando con el pico de la muleta, fuera de cacho y pierna contraria atrasada, con serie de pegapases que el público se traga y jalea como si fueran faenas basadas en los principios de oro del toreo Belmontino: «parar,templar y mandar». Y el abuso a la hora de matar colocados fuera del pitón y atacando por lo lateras sin jugar la muleta y clavando por los costillares del toro a lo que salga con el brazo suelto. Es mucho la adulteración del toreo que se viene tolerando, hay que decir  ¡basta ya!

Gracias que en el palco de la presidencia se sienta la autoridad representada por la policía que son excelentes aficionados, asesorados por profesionales del toreo y de la veterinaria con su presencia se mantiene el orden de la lidia y se sobrepesa el hacer torero si tiene mérito o no para premiar. Pues con un público de entusiasmo pueblerino como el de esta tarde en Las Ventas, el prestigio de la plaza de Madrid sería deleznable. Gracias a la policía en el palco La Monumental mantiene su prestigio. En esta ocasión el presidente don Julio Martínez, excelente aficionado y sus  asesores han puesto orden y evitado la subasta de orejas.

Con el primer toro de Montealto, confirmó la alternativa José R. García «Chechu» con un toro descarado de pitones que peleó en varas con genio y luego se dobló de manos, llegó a la muleta quedándose corto en la embestida y en un derechazo le empitonó por el muslo y pasó a la enfermería. Al no haber matado al astado tendrá que volver a confirmar la alternativa. El toro lo remató Pedro Gutierrez «El Capea» que se las entendió también con el tercero y con el quinto, el otro espada del cartel, Alberto Aguilar que sustituyó a Fernando Cruz  con el segundo, que se fue suelto del caballo  llegó a la muleta y ligó muletazos, hizo un desplante y acabó de una estocada trasera. Fue premiado con oreja. El cuarto llegó a la muleta derrotando, no hubo nada que hacer lo mató de una estocada y seis descabellos. En el sexto realizó una faena con más defectos que virtudes pero que caló bien en los tendidos y le pidieron la oreja al arrastrarse el toro. He aquí el carácter de la presidencia que no la concedió y evitó un éxito equívoco, pero por el bien de la fiesta tenemos a la policía en el palco.

 

 

 

José Julio García
Decano de la Crítica Taurina
Periodista – Escritor
Escalera del Éxito 103