En este penúltimo domingo de junio de 2013 la empresa ofreció un mano a mano entre dos novilleros que no tienen repertorio para lucirse en un mano a mano, además los novillos que se corrieron, mansos con genio, obligatoriamente tenían el festejo que resolverse en un desastre del que se libraron los aficionados ausentes en esta ocasión al no acudir a la plaza. Los tendidos presentaron una pobre asistencia con menos de un cuarto de entrada.

Los novillos 1º, 2º y 6º pertenecían a la ganadería de Hermanos Lozano, encaste Juan Pedro Domecq y Díez, Torrestrella y Carlos Nuñez. El resto pertenecían a la divisa de El Cortijillo con encaste de origen Vistahermosa y Villa Marta todos acusaron el mismo genio y fueron molestos con derrotes en la embestida.

Rafael Cerro inició la lidia esperando al primero a porta gayola resultando cogido sin consecuencias. El novillo, noble, repitió en la embestida en la faena larga con la que escuchó dos avisos. Repitió en el uso del estoque para lograr su fin.

El segundo, manso con genio, salió suelto de varas y se las vio con él Sebastián Ritter    lo muleteó con decisión, el novillo se quedó corto cogiéndole e hiriéndole grave, continuó con voluntad y tras un aviso y una estocada remató con el descabello. Pasó a la enfermería donde fue operado de una cornada en el muslo izquierdo.

Rafael Cerro se encargó del resto del encierro poniendo voluntad, sin acierto.

El tercero se iba suelto. Faena de trasteo y cuando lo cuadró entrando al hilo del pitón cobró una estocada al encuentro, sonó un aviso y se acostó el novillo. El cuarto con genio y molesto por el viento le desarmó peligrosamente. Lo remató de dos pinchazos y una estocada perdiendo la muleta en el embroque mientras sonaba un aviso y puso punto final con el descabello. El quinto acusó genio y fue a la muleta, pases sin lucimiento para acabar de dos pinchazos perdiendo la muleta en el embroque, una estocada caída y descabello. Al sexto lo recibió a porta gayola, el toro de salida no hizo por la cita del diestro y cuando lo embistió lo desarmó llevándose el capote entre las astas. Faena sin lucimiento que remató de una estocada perdiendo la muleta, un descabello y sonó el segundo aviso para terminar descabellando.

Quedamos liberados del mal tono que tuvo la desdichada novillada.

 

José Julio García
Decano de la Crítica Taurina
Periodista – Escritor
Escalera del Éxito 103