Se esperaba más de los toros de Núñez del Cubillo, pero la poca fuerza acusada con flojedad de manos deslució todo intento de toreo.
La destacada entrada que registró la Monumental de Las Ventas era muestra de que se esperaba una buena corrida.
Diego Urdiales, ante el primero, flojo de remos no facilitó posibilidad para sacar partido del toro y acabño con él de una estocada. El cuarto cumplió en varas y fue manteniéndose durante la lidia. Brindó la faena a Curro Romero e inició el muleteo con buen son, porque acompañaba el toro, pero éste se dobló de manos y la faena tuvo parte buena y mala, con pases voluntariosos para acabar de estocada, aviso y cuatro descabellos.
Fue compensado con vuelta al ruedo.
Sebastián Castella, con el segundo picado trasero y poca fuerza se encontraba corto de embestida y derrotaba al tomar la muleta, una y otra vez. No hubo nada que hacer y lo dejó para el arrastre de estocada caída y descabello.
El quinto, flojo de manos, fue devuelto al corral. En su lugar salió un sobrero de la ganadería de “El Torero”. Lo recibió con buenos lances. Brindó a Don Juan Carlos I y a su hija la Infanta Doña Elena, que se encontraban en la primera fila de los asientos de la meseta del toril. El diestro inició la faena por estatuarios, pases de frente y por detrás, derechazos, más pases ligados sobre ambas manos, hasta que atacó con el estoque, llevando el brazo suelto y dejó una estocada ladeada, que fue suficiente. Escuchó aplausos.
Alejandro Talavante trató de lucirse con el capote, el toro, corto de embestida, derrotaba al iniciarse los lances. Recibió dos puyazos y flojeó de remos. Así, ante la muleta no hubo nada que hacer y tras dos pinchazos sin soltar, un pinchazo hondo y uno corto sin soltar y una estocada casi entera, acabó con el toro.
El sexto, sin fuerza, lo trasteó con pases y lo mandó al desolladero de dos medias estocadas y un descabello. Y acabó el deslucido juego de los toros lidiados en este festejo.
