Con el tiempo amenazando con chaparrones y algo bajo de temperatura se inició el undécimo festejo de la feria isidril. En el graderío más de media entrada. Luego desapareció la amenaza de lluvia y la tarde ganó con los novillos de la ganadería toledana de El Montecillo, encaste Juan Pedro Domecq, con casta, fuerza y noble embestida que suele verse poco en la actualidad. Novillos que dieron réplica muy torera Francisco Espada que hacía su presentación en Las Ventas, Posada de Maravillas descendiente de la famosa dinastía Posada que también se presentó en Madrid y Francisco Lama de Góngora.

Francisco José Espada de las vio con el primero que se empleó con el caballo y fue con noble con embestida al capote por verónicas del diestro. Ante la muleta vimos al novillo bravo y al torero con estilo en una resuelta faena ligada con torería que firmó de pinchazo, estocada ladeada y antes de que doblase el novillo sonó un aviso. El cuarto novillo peleó con celo en varas derribando al picador sin consecuencias. Temple y mando se observaron en la faena ligada y de calidad sobre ambos lados que culminó de una estocada que mató sin puntilla y fue premiado con oreja. El novillo fue ovacionado en el arrastre.

Posada de Maravillas ante el segundo novillo, suelto de salida y que peleó con celo ante el caballo. A la muleta acudió a los cites desde lejos con noble arrancada. Faena ligada y con buen sentido torero. Todo por los terrenos por los que iba mejor el novillo. Dobló de una estocada corta. Aplausos. El quinto peleó con fuerza en varas. Definida su bravura el matador se mostró decidido. La embestida con la cara alta no llegó a acoplarse al toreo del diestro que decidió quitárselo de delante de una eficaz estocada.

Lama de Góngora saludó con verónicas de buen tono al tercero. Dio guerra para que fuera al caballo y según llegaba se iba a la querencia del toril y salió suelto buscando al otro picador, que se encontraba cerca de la querencia natural del toro, la puerta de toriles. . En banderillas el novillo esperó en la arrancada. A la muleta fue bien y pronto y el sevillano consumió una faena larga aprovechando la embestida del novillo hasta que dobló de pinchazo y estocada sonando un aviso. El sexto salió con ganas de pelea y en varas se enceló con el caballo al que derribó y corneó. El novillo siguió encelándose con el caballo. Fue difícil quitarle de la querencia del caballo. En banderillas cortó el viaje y llegó a la muleta corto de embestida. Lo porfió y muleteó tesoneramente haciendo una faena larga hasta que puso fin con una estocada.

Con esto finalizó el festejo, con momentos destacados de buen toreo.

 

José Julio García
Decano de la Crítica Taurina
Periodista – Escritor
Escalera del Éxito 103