Es evidente que el diestro madrileño Carlos Escolar “Frascuelo» es gratamente admirado por sus paisanos. Después del rompan filas del paseíllo torero, se multiplicaron las ovaciones y fue obligado a salir a los medios a recoger el tributo. Elegantemente y como buen compañero invitó a compartir el homenaje a sus compañeros de cartel.

Cuando apareció el primero en el ruedo ya se declaró manso. Bar­beó las tablas, se iba suelto de los capotes e intentó saltar por dos veces al callejón. En varas corneó el peto y se repuchó. Buen quite del mexicano Spínola. Con el referido astado de nombre «Bus­catodo», colorado, marcado con el número 50 y 538 kilos de peso confirmó la alternativa de manos de “Frascuelo”.El toro embestía con no­bleza y se dejaba torear. No administró el número de pases que fueron excesivos hasta que atacó con el brazo suelto dejando una estocada desprendida que remató con el descabello.  Saludó desde el tercio.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Al sexto lo saludó con verónicas de buen corte. En la faena de muleta se excedió en demasía de pases y tras tres pinchazos, una estocada corta sonó un aviso y acabó con el descabello.

“Frascuelo” ante el segundo, un manso con la cabeza arriba y violento derrochó torería y buen sentido de lidiador. Sus verónicas con esencia torera fueron recibidas con ovaciones de los aficionados que paladearon también su toreo de muleta variado y dominador, remató de pinchazo, estocada, aviso, pinchazo y descabello.

El cuarto embestía descompuesto y con la cara alta, el diestro sin descomponerse y  muy en lidiador lo fue metiendo en la muleta hasta someterlo. Y los despenó de una estocada ladeada y tres descabellos. Aplausos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Andrés Palacios tiene buen estilo torero y un valor recio que no se descompone ante las complicaciones que le presenten durante la li­dia los astados. El tercero tuvo buena salida, acudió pronto a los capotes y en varas le castigaron poco. Al banderillear se caían los rehiletes parecía como si tuviera una deformación ósea que evitaba se clavasen. La faena de buenas intenciones, sufrió dos desarmes, al derrotar alto el animal que dobló por efecto de tres pinchazos, una estocada corta, aviso y descabello.

Al sexto lo recibió con buenas verónicas y le realizó una faena voluntariosa rematada de tres pinchazos, una estocada corta, sonó un aviso y remató con el descabello.

En la Festividad de la Virgen de El Pilar y Fiesta Nacional, los toros de Valdefresno salmantinos de encaste Atanasio Fernández y Lisardo Sánchez desentonaron por mansedumbre, poca casta y fuerza.

Evidentemente a la salida, el recuerdo y los elogios eran para ese torero veterano madrileño que es un modelo de torería.

 

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera del Éxito 103