Lo venimos observando y denunciando oportunamente la falta de cono­cimientos lidiadores de la mayoría de la actual torería. De estas deficiencias se derivan varias consecuencias, una de estas es la pesada duración del festejo. Corridas que se podrían resolver en hora y media, tardan más de dos horas y media. Cuestión insufrible y ¿por qué?

 

Pues a toros mansos, cortos de arrancada por falta de fuerza, que de­rrotan al salir de cada pase, o matando, lo aguanta el torero de turno más de lo necesario, porque siempre acaba escuchando un aviso incluso dos. Esa monotonía, citando fuera de cacho y con el pico de la muleta, en uno y otro pase, enganchando el toro la muleta a la terminación del pase, en un sinfín repetitivo, insufrib1e por aficio­nados, el público y espectadores, que de todo hay en los tendidos de La Monumental de Las Ventas; en el ciclo isidríl.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Lamentable!.Y todo por no tener o saber los toreros los recursos lidiadores en es­tos casos, aquellos, que por el triste privilegio de la edad vimos a Marcial Lalanda, Luís Miguel Dominguín o Paco Camino, y nombramos a estos maestros del Toreo, aunque podríamos citar a muchos más. Cuando un toro como los tan mal lidiados de Palha, en esta ocasión, a aque­llos maestros lidiadores, lo hubieran resuelto procedentemente, doblándose con los astados y ¡santas pascuas! Así la corrida hubiese du­rado hora y media, no dos horas y más de treinta minutos por la falta de conocimientos resolutivos que demostraron adolecer, el colombiano Luís Bolívar, el sevillano Salvador Cortés y el madrileño Da­vid Mora. Los toros de Palha mansotes, con genio, corta arrancada y cabeceo, que pelearon en varas desigualmente, varios se salieron sueltos, merecieron pasar al desolladero con breve trasteo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El segundo y el quinto fueron devueltos al corral por flojedad de  remos y repetidas veces doblando las manos. Fueron sustituidos, el segundo por un sobrero de Carmen Segovia y quinto por uno de uno de Aurelio Hernández. Ambos por su comportamiento parecían de la misma camada que los toros portugueses de Palha.

 

La corrida comenzó a las siete de la tarde y salimos a las diez menos veinte minutos. Y no es la primera tarde. El toreo está así.

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera Del Éxito 103