Por Ladislao Rodríguez Galán

En el Salón Liceo del Real Círculo de la Amistad de Córdoba se reunió la Córdoba taurina para escuchar a María Ángeles Grajal López (Escalera del Éxito 154) en el pregón de la Feria Taurina 2019 que este año alcanza la XXX edición. La pregonera fue presentada por su marido el matador de toros Jaime Ostos Carmona (Escalera del Éxito 25).

Había levantado gran expectación la presencia de esta pareja mediática y la verdad que no decepcionaron. Por su parte Jaime Ostos, en la presentación fue muy ameno y contó los lazos que le unen a Córdoba comenzando por su primer encuentro con «Manolete» en un hotel de Écija. Narró los viajes en bicicleta que hacía junto a otros amigos para venir a la plaza de «Los Tejares» a ver los toros.

Soltó frases de cariño y complicidad hacia su esposa a la que colmó de adjetivos y de la que dijo que lleva 36 años pero que la volvería a buscar de volver a nacer. Cuando la doctora se puso ante el micrófono fue desgranando pasajes de nuestra historia taurina, muy bien hilvanados con el momento actual por el que pasa la Fiesta de los Toros. Lo primero que apuntó fue el título de su pregón «Sin testículos no hay tauromaquia» y a partir de ahí habló del valor como eje fundamental del toreo.

Todo se aprende menos el valor, dijo. En su recorrido por nuestra historia taurina dedicó un capítulo especial a los cinco Califas del Toreo, que ensalzaron la Fiesta cada uno en su época. Contó anécdotas de los toreros cordobeses, algunos de los cuales estaban entre el público (como Montilla, El Puri, Finito, Chiquilín y Manuel Sánchez Saco) a los que elogió.

 Fue un pregón muy ameno que culminó con la narración de una efemérides: «Tal día como hoy del año 1930 -dijo- en Nueva York daba una conferencia el matador de toros Ignacio Sánchez Mejía y fue presentado por Federico García Lorca que era muy aficionado a los toros».

La velada la abrió brevemente el presidente del Castoreño, entidad organizadora, José María Portillo Fabra que le pasó la palabra al presidente del Real Círculo Pedro López que recordó la vinculación de esta casa con los toreros cordobeses y dijo sentirse muy satisfecho y agradecido porque tanto la pregonera como su marido aceptaran la invitación para estar aquí esta noche. Ella es una pregonera de lujo y el ha sido una de las grandes figuras del siglo pasado, apostilló.

La ya habitual Banda del Cristo del Amor dirigida por José Antonio Vázquez, interpretó con clase varios pasodobles taurinos, pero antes del comienzo la violinista Mª Ángeles Bellido, dedicó una hermosa pieza musical a la memoria de María, esposa de Portillo, que la recordó muy emocionado.

La comitiva hizo «el paseíllo» torero de entrada a los acordes del pasodoble «Manolete», entre la ovación del público.