Puesto anduvo Sergio Flores, que reaparecía después de cuatro meses de inactividad, por la fractura del pulgar. Estuvo bien de capa y con muleta poderosa, corriendo bien la mano. Trajo la espada afilada y se llevó las orejas del primero de su lote. Se impuso al segundo novillo más hecho de la noche, bravo y codicioso, al que le ha bailado una jarabe tapatío y salió lastimado de la pierna derecha, cortando otra merecida oreja.
Salió en hombros de la plaza
 
Gerardo Adame,  oreja con el novillo de petición de indulto de D. Fernando de la Mora, un oponente bravo que se creció en el castigo yendo a más en la lidia.  Lo entendió el novillero que supo encontrarle la distancia en ambos pitones. Su segundo adversario de Rodrigo Aguirre sacó complicaciones y su labor fue silenciada.
 
Lorenzo Garza Gaona  se mostró variado con el capote, quite muy vistoso con el novillo de Celia Barbabosa, que no lo dejo estar a gusto y al que no pudo ligar las tandas de muletazos. Mató  al segundo viaje de estocada y dio vuelta al ruedo. Con el de Marrón, complicado y áspero de embestida, sudo el vestido y no estuvo fino con la espada, se le silenció la actuación.