Crónica de Ladislao Rodríguez Galán

Antes de la creación de la prestigiosa Facultad de Veterinaria de Córdoba, cuya categoría y prestigio ha cruzado fronteras, existía en nuestra ciudad La Escuela de Veterinaria, situada por entonces en la calle Encarnación Agustina nº 10,  desde donde salieron las primeras promociones de veterinarios profesionales.  Posteriormente se creó la Facultad de Veterinaria de Córdoba, cuya sede estaba en el majestuoso edificio de la Avenida de Medina Azahara (hoy sede del Rectorado de la Universidad de Córdobesa). En  sus aulas  se han curtido promociones de insignes veterinarios que, enamorados de su profesión, pusieron al servicio de la comunidad los conocimientos adquiridos entre los muros del vetusto edificio.

Les voy a contar una simpática historia que tiene como protagonistas a cuatro veterinarios cordobeses.

Uno de ellos es Manuel Garrido Cruz, nacido en la cordobesa localidad de Castro del Río  el 11 de Junio de 1864. Ingresa en la Escuela de Veterinaria de Córdoba,  a la edad de 20 años, concretamente el 26 de septiembre de 1884, en donde se licencia como Profesor Veterinario el 22 de Agosto de 1889, título expedido por el Excmo. Ministro de Fomento, obteniendo la calificación de Notablemente Aprovechado. Ejerció como veterinario municipal de la capital durante 33 años, 10 meses y 4 días.

Fue presidente del Ilustre Colegio de Veterinarios de Córdoba en los años 1919 y 1920.

Otro excelente profesional fue José Garrido Zamora, hijo del anterior, que nació en Córdoba el 28 de Septiembre de 1892. Cursó sus estudios en la Escuela de Veterinaria de Córdoba, ejerciendo como veterinario municipal durante más de 52 años. Paralelamente a su trabajo oficial, su mayor dedicación profesional fue la clínica veterinaria. GARRIDO CLÍNICA VETERINARIA, así rezaba un cartel de cerámica con fondo amarillo y letras en azul que ocupaba la fachada de la clínica además de taller de herrado de equinos, que  José disponía en los bajos de su domicilio en la cordobesa Plaza de Colón. Una de las labores en las que Garrido Zamora era un verdadero experto fue en el reconocimiento de toros de lidia. Durante muchos años asumió el reto de reconocer los toros a lidiar en el Coso de los Tejares cordobés. Sus conocimientos y rectitud de actuación le hicieron merecer el respeto e incluso la admiración de todas las partes implicadas, compañeros de profesión, empresarios, veedores y toreros de la época. Su labor colegial fue bastante intensa. Los primeros datos que se conservan al respecto datan, como vocal, del 30 de noviembre de 1922. El 28 de febrero de 1924, es designado secretario provisional, y el 24 de mayo del mismo año, definitivo. El 20 de junio de 1926, es elegido Presidente del Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Córdoba, cargo que ostentó hasta el 21 de octubre de 1928. Su labor profesional oficial puede resumirse en su hoja de servicios que consta en el Negociado de Personal del Ayuntamiento de Córdoba: Ayudante del Laboratorio Municipal de 1 de mayo de 1910 al 31 de enero de 1915. Perito Veterinario Municipal interino, del 1 de febrero de 1915 al 2 de octubre de 1925. El 1 de marzo de 1923, la Junta Nacional de Sanidad lo nombra Subdelegado de Veterinaria del distrito de la izquierda. Inspector Sanitario (por concurso), del 3 de octubre de 1925 al 19 de julio de 1937. Inspector Municipal Veterinario, desde el 20 de julio de 1937, hasta su jubilación en 1962.  En total, su ejercicio profesional sumó la nada despreciable cantidad de 52 años, 4 meses y 28 días.

El Ilustre Colegio Oficial de Veterinarios de Córdoba,  ha actualizado su galería de presidentes, rescatando fotos del archivo, ampliándolas y enmarcándolas para que luzcan en el salón de actos como homenaje perenne a sus personas y a su trabajo desarrollado en el Colegio.

Los cuadros de estos dos insignes profesionales fueron colgados por dos hermanos veterinarios, nietos y bisnietos de los veterinarios reseñados. Estos son José Luis Prieto Garrido, nacido en Córdoba el 18 de Marzo de 1954 y Licenciado en veterinaria en 1977. José Luis es un experto en el conocimiento del toro bravo. Ha publicado siete libros (con varias ediciones) sobre este bello animal y disfruta dando conferencias y asistiendo a congresos donde el toro es el principal protagonista. José Luis ha sido  veterinario de la plaza de toros de Córdoba durante más de veinte años. Actualmente es vicepresidente del Ilustre Colegio de Veterinarios de Córdoba. Su Hermano Luis, nacido en Córdoba el 27 de Marzo de 1965,  se Licencio en Veterinaria en 1991.

 Simpática estampa y hermosa oportunidad de que dos nietos y bisnietos de unos pioneros de la veterinaria, puedan participar de un sencillo homenaje a sus predecesores. Y la saga continúa pues Rafael Prieto Priego, hijo de José Luis, está cursando quinto de carrera. Los abuelos estarán orgullosos y satisfechos de su descendencia.