TOROS EN MADRID

DOMINGO 19 OCTUBRE 2008

FESTEJO 67 DE LA TEMPORADA EN LA MONUMENTAL DE LAS VENTAS

 

LA NOVILLADA DOMINGUERA DE OTOÑO, UN FESTEJO MÁS

 

Poco positivo dejó la novillada postrera de la temporada en Madrid, celebrada con menos de media entrada de público. Se corrieron novillos de la ganadería gaditana  de las Herederas de Bohórquez, encaste Cebada Gago, bien  presentados de tipo y peso, el juego durante la lidia fue desigual, entraron a los caballos y fueron a la muleta unos con nobleza y otros molestos derrotando por falta de fuerza.

El primer espada Nuno Casquinha “El Portugués”, recogió al primero que fue bien al capote y lo lanceó con empaque. Cumplió en varas y tomó la muleta con noble embestida, aunque probó antes de arrancarse. La faena fuera de cacho. ¡Qué manía de citar afuera del pitón!, resultó una sucesión de pases por ambos lados, que remató de pinchazo y estocada atravesada que asomaba la punta, recetada con el brazo suelto. El cuarto abanto de salida le desarmó al lancearlo de capote. Lo picaron tapándole la salida o como se decía antes, “haciendo las Carioca”, famoso popular de los años de 1930, consistente en dar vueltas. Frenó en banderillas, se dolió al pincho y blandeó de remos. Llegó corto de arrancada a la muleta y rebañando. El diestro porfió y sufrió un desarme. El novillo quedaba en la mitad del pase, y lo remató de pinchazo y media perpendicular.

José Carlos Venegas, el torero de Leas  de Segura (Jaén), tuvo en el segundo, un novillo corretón de salida que cumplió en varas y le desarmó al capotearlo. Como ya va siendo costumbre en la nueva remesa de la grey novilleríl, y también en muchos de los que andan por ahí de figuras del torero, todos con el mismo y monótono estilo, como troquelados, en faenas largas con pases fuera de cacho, en vez de lo práctico y torero de cruzarse en la cara y someter al astado y traerlo dominado. Así vimos a este novillero, no se salen de tal vicio tan poco lidiador. Así  se adocenan. Le advertimos por el bien de ellos y de la fiesta. El novillo derrotaba al tomar la muleta, en un pase por la izquierda  le propinó un desarme. Continuó por la derecha, cuando procedía doblarse  con lares para doblegarla y prepararla para la muerte. Dobló por efecto de una estocada trasera y baja y una estocada perpendicular entrando con el brazo suelto. Toreó con buen estilo por verónicas al quinto, que entró al caballo con decisión. En banderillas echó la cara arriba a la salida del pase, lo mismo que en los siguientes derechazos. Aguantó el tercero hasta que el novillo terminó descompuesto y perseguía  al diestro a la salida de las series, más pases y más tornillazos del animal enganchando el trapo. El torero se mostró valiente, sin perderle la cara, alargó el muleteo y sonó un aviso, y acabó  de un pinchazo y estocada. Hubo aplausos y saludos.

El madrileño Carlos Guzmán saludó por verónicas de buen son al tercero que salió abanto e intentó saltar al callejón. Peleó bien en la primera vara y de la segunda se salió suelto. Blandeó de manos y se dolió al pincho en banderillas. Los pares mal colocados con ejecución a cabeza pasada, quedaron a mitad entre la cornamenta y el rabo. Faena fuera de cacho y pico de muleta y el novillo flojeando de manos. Pasó bien por la derecha. Al citar por la izquierda tardó en la arrancada y lo obligó para cerrar con derechazos y un molinete. Haciendo bien la suerte  dejó media perpendicular, sonó un aviso, un pinchazo hondo, una estocada, levantó el puntillero al novillo, sonó el segundo aviso y se acostó definitivamente. Aplausos y saludos. El sexto corretón de salida, se salió suelto del caballo en la primera vara y empujó en la segunda. El novillo tomó bien la muleta, la faena resultó despegada y terminó de dos pinchazos, dos pinchazos hondos, aviso, estocada y tres descabellos.

 A las siete y cuarto de la tarde a la calle y a tomar café para reflexionar y comentar la monotonía y la vulgaridad en que se encuentra la torería. Falta clase y concepto de la lidia…¡Y no hable usted de la suerte a matar!. Cada vez son más los que entran con el brazo suelto y sin jugar la muleta para que el toro humille y marcarlo la salida. Hay que poner orden y no tragar, cuando se está tragando.

 

Crónica de José Julio García