En Madroñiz el joven “Calerito” muestra su afición y buen hacer ante unas bravas becerras.

 

Que alegría se siente cuando, ante tantísimos ataques a la fiesta, desde todos los frentes, descubrimos que la cantera de este espectáculo sin igual goza de buena salud.

 

Si señores, esta tarde en la plaza de toros de Madroñiz hemos sido testigos de un espectáculo grandioso. De una obra de arte creada por una pequeña muleta en las manos de un niño de doce años llamado  Juan Pedro García “Calerito”.

 

Que gracia y que cabeza para saber lo que tiene que hacer en cada momento. Que disfrute para los pocos que tuvimos la suerte de estar allí.

 

No hizo falta que nadie le parara las becerras. De inmediato salía del burladero capote en mano para irse muy decidido hacia el animal. Un torerito en ciernes con una capacidad muy por encima de su edad. Y con la muleta un ciclón de valor y un dechado de arte y gracia, dibujando por ambas manos  asombrosos carteles de toros.

 

Como pondría el niño la “olla a hervir” que hasta el matador de toros Manuel Rodriguez Requena le tiró el sombrero desde su privilegiada localidad de burladero que compartía junto a Fernando Sacromonte y el ganadero.

 

Es bueno que la cantera funcione. Es necesario que esta nueva savia llegue a la fiesta. Estamos hablando del futuro, y eso son palabras mayores.

 

El chico pertenece a la escuela de espartinas donde se apuntó a los siete años y se acercó a la ganadería de Madroñiz acompañado de su padre y de Tomás Campuzano, apoderado del novillero Emilio Huertas que dejó patente su temple y clase ante animales muy colaboradores.

 

También participó en el tentadero el matador de toros Manuel Escribano, quien tras hartarse de torear mucho y bien, practicó la suerte de banderillas con acierto.

 

Por su parte el novillero miguel ángel moreno, al que cada día se le ve mas cuajado, toreó muy acompasado por ambas manos.

 

En resumen una jornada taurina para el grato recuerdo de todos, gracias al buen hacer de los toreros y de las siete becerras que se tentaron, que como siempre dieron un juego extraordinario.

 

El cariño y tiempo que le dedica García Guillén a su ganadería le esta dando unos resultados mas que notables.-