Ni hay duda alguna que la crisis económica que embarga España ha hecho de este año uno de los más complicados y convulsos que se tenga recuerdo. La evidente recesión que se vive en todos los estratos no hace escapar una actividad de ocio como los toros, el cual junto al futbol son los dos mayores fuentes de referencia de la sociedad ibérica.

Bien vale la pena señalar que todos los estratos del toreo se han resentido del efecto dominó que ha significado que poco más del 53% de festejos se hayan dejado de celebrar con relación al año pasado, condición que viene desde hace cuatro años continuos. El que tu veas en el renglón de escalafones a Juan José Padilla liderando el de matadores con 65 actuaciones y el de novillero José Garrido con 26 paseíllos, y Diego Ventura el de rejoneadores con 46 festejos cumplidos, da a entender el fuerte descenso y contracción que se vive en el mundo del toro en España.

Todo esto ha hecho que la temporada (desde marzo a octubre) haya tenido una condensada lectura donde dos toreros han mantenido el nivel de ascenso en su “caché” como es el caso de Iván Fandiño y Miguel Ángel Perera, dos de los toreros a los que en mejor forma se les ha visto a su paso por los cosos claves del circuito como por ejemplo Madrid, Sevilla, Bilbao y Pamplona, por mencionar algunas. No se puede dejar a un lado la temporada de ensueño que ha protagonizada Morante de la Puebla, con tardes para recordar como la que tuvo recientemente en Logroño, sin olvidar que El Juli y Ponce justificaron su nivel en plazas de vital peso, el primero en Sevilla –saliendo por la Puerta del Príncipe el Domingo de Resurrección y siendo corneado de gravedad en esta igualmente- y el segundo en Bilbao donde ofreció todo un recital de maestría.

Y si de novedades vamos, no se puede olvidar que este año han despertado interés tres toreros a los que se les debe de tener en cuenta para aquellos aficionados que gustan de estar actualizados. Me refiero al sevillano Manuel Escribano, el salmantino Juan del Álamo y el mexicano Joselito Adame, terminando campaña curiosamente los tres heridos, sobre todo Escribano donde a punto estuvo de perder la vida a finales de agosto, el segundo con la fractura de un pie a comienzos de septiembre, y el tercero la pasada semana en el peroné izquierdo. Este trio de toreros han dejado el listón muy alto en plazas claves como por ejemplo Escribano en Sevilla, Pamplona y Bilbao, y Del Álamo y Adame en Madrid, que bien les valdrá ser tomados en cuenta el próximo año, donde ya de por sí es un mérito grandísimo ante la crisis que vive el toreo en suelo ibérico.

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Viendo toros por Madrid…

Sorpresa mayúscula y grata la que hemos tenido ocasión de disfrutar, como ha sido el encuentro fortuito en plena Calle Fuencarral, en las cercanías a la Gran Vía de Madrid, del beisbolista en retiro y grandeliga venezolano Oswaldo Guillén. Tal y como nos comentó en amena conversación, desde hacía poco menos de un mes estaba en España, al lado de su señor esposa, donde no ha perdido ocasión de presenciar al completo la Feria de Otoño y otros festejos más en los alrededores de la capital española.

Como se podrá recordar es “Ozzi” un incondicional aficionado a la fiesta brava como lo es igualmente el pelotero grandeliga David Concepción, tanto así que no oculta de ninguna manera su ferviente pasión por la fiesta brava: «Para mí los toros es una profesión de gran respeto para quienes arriesgan su vida en el ruedo y de admiración al toro por su belleza, nobleza y entrega. De allí que sea desde toda mi vida aficionado a mucha honra y con todo orgullo» señala Guillén a este servidor.

En fin, que en esto de los toros, uno no sabe quién conseguirse en este amplio abanico de personalidades que disfrutan y aman un rito el cual hay que conocer a profundidad para entender.