Con un día espléndido, y en medio de una gran armonía, el empresario titular de Campo Bravo, Antonio Sanz, ha organizado una fiesta taurina-flamenca para agasajar a su equipo de trabajadores que le han acompañado en su periplo empresarial durante el verano. Ha sido una forma de agradecer los desvelos y buen hacer en pro de esta empresa cordobesa que va cotizando al alza año tras año, por su seriedad y prestigio.

El caso es que el sol acompañó y junto a los trabajadores asistieron peñistas y representantes de los ayuntamientos donde Campo Bravo ha organizado eventos esta temporada.

Se tentaron tres becerras, propiedad de la casa, por los chavales de la escuela taurina de Córdoba, con su director Rafael González «Chiquilín» al frente, para dirigir a los jóvenes en sus tareas ante el ganado. Todos cumplieron y dejaron constancia de todo lo aprendido. Hay cantera y hay futuro.

Tampoco faltaron espontáneos que se atrevieron con las fieras, que al ser muy nobles, se prestaron a todo. Muy bien por los actuantes que se lo pasaron en grande.

Durante todo el día no faltó nunca la atención de los responsables de atender a los invitados. Comida opípara para disfrutar de una buena mesa y para cerrar la jornada una caldereta antes de volver hacia Córdoba cuando el sol se escondía detrás del castillo de Almodóvar.-

 

Crónica de Ladislao Rodríguez Galán
Periodista