Informa desde Venezuela. Rubén Darío Villafraz. Periodista Taurino

Para este marco ferial tovareño, por vez primera en varios años no se tendría presencia de diestros emeritenses. Ni tovareños siquiera, que los hay. Es por esta razón que la empresa taurina de turno ha echado mano de una baraja de espadas de amplio bagaje para en parte suplir ese tirón de taquilla que supone a “localía” de nuestros toreros.

Es así como dos espadas del Táchira y otro par de Valencia, el que conformen y acompañen las combinaciones presentadas días atrás. El más veterano de ellos, el conocido diestro sancristobalense Marcos Peña “El Pino” quien desde hace cinco años no hace el paseíllo en el Coliseo El Llano.

Es El Pino un torero de marcado acento artístico. Discípulo del recordado maestro César Faraco, Marcos Peña atesora una muleta de gran nivel y proyección, a poco que se acople a las embestidas del animal. Su debe siempre ha sido la espada, la que le ha quitado innumerables triunfos a lo largo de sus 15 años de alternativa que atesora. Otro espada del Táchira, es José Antonio Ramos, quien el año pasado en esta misma arena tomaría alternativa, dejando constancia de un gran bagaje y extraordinaria entrega. Una opción válida a tomar en cuenta para los aficionados en estos instantes.

La otra acera del toreo venezolano lo veremos en los nombres de Eduardo Valenzuela, otro torero conocido por la afición tovareña, quien se ha estado rodando con permanente constancia los últimos meses por ruedos peruanos, lo que nos intuya que llegue a Tovar con la lección pulida ante la escrutadora mirada de los aficionados que le exigirán los galones que ha demostrado, el llamado por el maestro El Vito, “El Silverio Valenciano”.

Cierra nomina el joven novillero del sector carabobeño El Morro, Cristian Valencia, e hijo del matador de toros José Antonio Valencia, que vendría ser el tercero de la última saga de toreros de la dinastía que tuvo en el recordado Bernardo su mayor estandarte. Será Tovar escenario del ascenso al escalafón mayor, quien está llamado seguir la estela de su progenitor y los pasos de sus primos, Sánchez Valencia y César Valencia.