Observa este muletazo de Juan Belmonte a un Concha y Sierra. ¿No te parece una buena foto? ¿No crees que tanto la ejecución del maestro como la fiereza del toro sean, sencillamente, perfectas? Pues, según cuenta una anécdota, el Pasmo de Triana odiaba esta imagen. Llegó al bar y dijo al dueño:

– Fulanito, me llevo esta foto. Pero no te preocupes, que mañana te traigo otra.

Un amigo tuvo el valor de preguntarle:

 – Juan, ¿es que no te gusta ese muletazo?

 – No es el muletazo lo que me molesta, sino que el fotógrafo ha cogido justo el momento en el que los cojones del toro están entre los míos. Y no me gusta que en los bares de Sevilla se vea una foto donde parece que me cuelgan los cojones.