Hace unos días asistí a la presentación de la Feria Taurina en honor de la Virgen de la Oliva, patrona de la villa de Ejea de los Caballeros, Feria que se encarriló hace más de 30 años para darle el lustre que merecía a la que fue en el siglo XVIII emporio ganadero que competía con Andalucía y Navarra. Luego, en los años 60 del siglo pasado, se construyó la plaza de toros de “concreto” que supervivió triste y oscura durante sus primeros 20 años y que, paradójicamente, se alzó sobre sus cenizas cuando murió en accidente de tráfico el torero más significativo del lugar: Miguel Peropadre, “Cinco Villas” en los carteles. Ahora vuelve a la modestia dadas las circunstancias económicas generales y, pese a que este año las vicisitudes meteorológicas nos hayan sido propicias y la cosecha de cereales de inverno  haya marcado un hito en este lugar ya que hay que reconocer que Ejea de los Caballeros sigue siendo eminentemente agrícola. Tenemos semáforos, pasos de peatones, zona azul y hasta una cámara chivata para el automóvil que cruce uno de esos semáforos en rojo, cuando los que no respetan estas señales son, fundamentalmente, los peatones.

Lo importante no es contar a los lectores lo que van a ser las fiestas ejeanas con los platos fuertes de una corrida de toros y otra de rejones, lo importante para mí es señalar que la empresa que lleva la plaza ejeana – Tauroejea” – ha contratado al mexicano Joselito Adame para el festejo del día 1 de septiembre. Joselito Adame, señores míos, fue el triunfador de la última Feria de San Isidro puesto que actuó en ella dos tardes y en ambas cortó sendas orejas y a punto estuvo de salir a hombros en los festejos en los que lidio toros de “Montecillo” el día 4 de junio y de “Alcurrucén” el 7 de junio, festejo en el que hizo el paseíllo en sustitución del lesionado Iván Fandiño. En esta corrida alternó con “El Cid” y su compatriota Juan Pablo Sánchez, cosa que planteaba algún problema por mor de las disposiciones del convenio entre los toreros de México y España. Se soslayaron esos problemas y pudo ocurrir que, cuarenta y dos años después, un mexicano volviera a abrir la Puerta Grande de Las Ventas, cosa que hizo “in illo tempore” Eloy Cavazos, quien, por fortuna, fue testigo del triunfo de su cuate y destinatario del brindis correspondiente.

Era lógico que, por todas estas circunstancias, Joselito Adame llevara toreadas un par de docenas de corridas incluso en las ferias de junio y julio, Badajoz, Pamplona, Santander, Valencia o Alicante. Pues, no. Al 31 de julio pasado, Adame había toreado tres corridas, las dos de Madrid y una en Soria, el 29 de julio, con toros de Adolfo Martín, ¡vaya regalito!, con Diego Urdiales y Javier Castaño. Además, este corrida, no sé por qué circunstancias, se la debían del año pasado, en el que, después de cortarle una oreja a un toro del Conde de la Maza, otro obsequio, en Sevilla, no se volvió a vestir de luces.

Le empresa de Ejea, “Tauroejea”, está formada por Jesús Mena, un empresario del lugar, y Julio Fontecha como indudable experto en cuestiones taurinas, y llevan, además, las plazas de Tarazona de Aragón, Tafalla, Barbastro y Alcañiz. Lo sorprendente es que esta empresa también ha contratado al mexicano para esas plazas, salvo la oscense de Barbastro, el 15 de agosto en la navarra Tafalla, el 30 de este mismo mes en la Tarazona del Moncayo y el día 10 de septiembre en la turolense Alcañiz, buen aceite. El día 10 de este mes actuó Adame en la manchega Socuellamos, donde cortó tres orejas, y de esta forma se palía en parte lo que era una palpable injusticia. Es cierto que en plazas de tercera, pero menos da una piedra. Y ¡manito, no te rajes! Mucha paciencia y voluntad se necesita para triunfar en la primera plaza del mundo y en la feria más importante del calendario taurino y que ello no se traduzca en contratos significados resulta decepcionante. Al frente del escalafón, Padilla y “El Fandi”.

En Ejea, Adame hará el paseíllo con Javier Castaño y el local Alberto Álvarez para lidiar una corrida de “La Quinta”, otro aliciente importante, y a la corrida de rejones vendrá por vigésimo y no sé cuantas veces más Pablo Hermoso de Mendoza, natural de Estella y ejeano de corazón, acompañado por su discípulo Armendáriz y un hijo del profesor Moura, Miguel. Menguado pero exquisito menú.

El otro día tuve la fortuna de ver la transmisión de una corrida de toros desde la francesa Bayona. Hace unos 30 años que estuve allí y recordaba la singularidad de su arquitectura, el gusto de su decoración, el talante de su público, la altura de uno de sus alguaciles y la bandera española en los mástiles y en los aparejos de las mulillas. Ahora hay otro alguacil de importante talla aunque no creo que sea el mismo de aquellos tiempos, y todo lo demás sigue igual, delicioso, encantador. Bayona puede reemplazar a San Sebastián. San Sebastián no ha muerto ahora. Su agonía viene de los años 70, cuando don José María Jardón vendió el Chofre para ampliar su negocio inmobiliario. Luego, lo de Illumbe es un pastel de hormigón en una zona residencial en la que no huele ni a toros ni a vacas. Huele a cursilería, a ama de cría con moño atravesado por una aguja, cofia, delantal blanco sobre amplia falda abombada por enaguas y refajos. Solo falta el niño vestido de marinero y el barquillero con su ruleta de a perra  gorda la tirada. Idílica estampa. Pero Illumbe no es una plaza de toros. Francia le ha ganado la batalla taurina.

Corrida fea y destartalada de la bilbaína Dolores Aguirre. Un toro bueno, el quinto; otro, detestable, el cuarto. Amabilidad con los toreros. No me enteré de lo mucho que habló Emilio Muñoz en contraste con el mutismo de su antecesor “Antoñete”. Antes de empezar la corrida bayonesa, nos dieron en la pequeña pantalla la cogida de Morante en Huesca. Una docena de veces y siempre con la misma imagen. Morbosa insistencia. Nos podían haber mostrado la media docena de naturales que el de la Puebla le dio al toro que le produjo la grave cornada. Hubiera sido más gratificante. Para mí, aunque ahora no me mueva de mi pueblo, una desgracia. Lo digo por los sufridos asistentes a las futuras ferias de la media temporada que nos queda por delante. Medio agosto, todo septiembre y … Zaragoza. ¿Qué pasará con Zaragoza?  A finales de septiembre hablará la Justicia, pero  la sentencia llegará tarde. Serolo, pese a sus supuestos incumplimientos, logrará sus propósitos. Y Zaragoza y la Fiesta sufrirán las consecuencias. No necesitamos de anti-taurinos. Ya veremos el día que empiecen los “eres” toreros, se recorten las cuadrillas y se supriman muchos de los gastos que encarecen el espectáculo, todo ello añadido al IVA y el resto de los impuestos. Quiero ser optimista, pero me parece que aquí no valen jaculatorias ni rezos. El “Dios proveerá” se queda para asuntos más trascendentes. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

 

 

 Artículo de Benjamin Bentura Remacha

Periodista
Fundador de la Revista “Fiesta Española”
Escalera del Éxito 85