Crónica de Ladislao Rodríguez

La peña taurina Chiquilín tiene instituido un trofeo que desde hace años se viene entregando periódicamente a los matadores de toros cordobeses reconociéndole su trayectoria profesional. En esta ocasión el destinatario ha sido el matador de toros, decano de los toreros cordobeses, José María Montilla Álvarez (Escalera del Éxito nº 110).

Montilla tomó la alternativa en la plaza de toros de “Los Tejares”, de Córdoba, la tarde del 26 de Mayo de 1962 vistiendo un terno azul celeste y oro. Julio Aparicio le convierte en matador de toros  al cederle  los trastos ante Jaime Ostos que actúa de testigo. El toro del doctorado pertenecía a la ganadería de Francisco de Mora Figueroa (Jerez de la Frontera), era negro zaíno,  marcado con el nº 66, de 465 kilos de peso y atendía por “Avefría”. A este toro  le cortó José María las dos orejas y al que cerró plaza una. Por esta completísima actuación fue declarado triunfador absoluto de la feria y  ganador del preciado trofeo municipal “Manolete”.

Una representación de la peña taurina «Chiquilín», encabezada por su presidente Luis Molero, el secretario José Villarrubia, el torero titular de la peña Rafael González «Chiquilín» y  Rafael Rodríguez-Carretero, se acercaron a casa de José María Montilla para entregarle el trofeo. Tomó la palabra Villarrubia para expresar la satisfacción de su peña por entregar este trofeo a Montilla, un torero elegante, dentro y fuera de la plaza y Socio de Honor de la entidad que le reconoce su trayectoria. Montilla, agradeció el detalle visiblemente emocionado indicando «que estos gestos con profesionales, que llevan muchos años retirados, hacen que los receptores nos sintamos todavía útiles en defensa de la fiesta de los toros, de la que nunca nos desvinculamos».

Tras el acto de entrega los presentes compartimos una copa de vino y se habló de toros  en una tertulia muy sabrosa.-