En tarde de apretando el calor que restó asistencia se celebró la novillada con reses de la ganadería de Gabriel Rojas que dieron juego aceptable y dejaron ver sus aptitudes toreras a Mario  Diéguez que puso temple en su toreo de capote y muleta.

Gustó cuanto realizó y le faltó acierto con el estoque para redondear la tarde. Escuchó un aviso en el primero y se silenció su labor. Frente al cuarto volvió a escuchar otro aviso y como gustó su toreo saludó desde el tercio.

Alberto Escudero se mostró decidido ante sus dos novillos derrochando valor, sobre todo ante el encastado segundo de la tarde, siendo muy aplaudido. Su labor ante el quinto tuvo buen tono torero pero falló con la espada escuchando un aviso y al arrastrarse el novillo fue aplaudido en consideración a su faena de muleta.

Alejandro Marcos causó gran impresión torera en su presentación en las Ventas, dejó ver que atesora un buen concepto del toreo dentro de la línea clásica y fue premiado con la vuelta al ruedo. Ante el sexto su labor aunque en son torero no correspondió con el estoque, escuchó un aviso y se silenció.

Con el sudor encima el público abandonó la plaza que solo alcanzó menos de tres cuartos de entrada. Quizá con horarios nocturnos acudirían más aficionados.

 

 

 

 

 

José Julio García
Decano de la Crítica Taurina
Periodista – Escritor
Escalera del Éxito 103