En ruta hacia la ciudad de San Cristóbal, Estado Táchira, en la región andina venezolana, en el punto de descanso comestible vial panamericano conocido como Morotuto, consigo un viejo compañero de la Universidad al que apodamos «Corroncho Pérez» quien tras saludarme  me dijo tener una  idea en el sentido de sí «sería posible que a los aficionados nos diesen una clase práctica de cómo saber observar una corrida de toros».   

 

Idea que nace de un nato aficionado taurino, ávido de saber más a fondo, la ejecución de los tres tercios de una corrida de toros, educarse en lo de la Fiesta Brava.

 

Inquietante idea la de «Corroncho Pérez» quien insistía en que era necesario que a los aficionados de la Fiesta Brava, en las Plazas de Toros que existen en toda Venezuela, se les diera, al menos una vez a la semana, bajo una instrucción educativa taurina, con la debida promoción y planificación, una clase práctica, en la que un interlocutor fuese detallando, explicando cada paso de una corrida de toros, ya que  para él, era poco confiable el escuchar, una que otra transmisión radial, en la que algunos narradores desconocen y atropellan descaradamente el vocabulario taurino y mentira no es.

 

Les confieso, me ha venido dando vueltas en la mente, esto de que se dicte en nuestras Plazas de Toros Venezolanas, una clase práctica que bien podría ser un día de cada semana, a espectadores y aficionados taurinos, en la que fuesen instruidos por entendidos de la Fiesta Brava, de como comportarse, observar, entender una corrida de toros, lo que sería, una verdadera educación taurina.

 

De hecho le comenté al amigo aficionado que en la Cátedra de Tauromaquia Libre «Germán Briceño Ferrigni» adscrita a la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Los Andes en Mérida, Estado Mérida, se está organizando un Curso sobre «Como ver una Corrida de Toros» para mediados de abril y tajante me replicó «que lo dicten en la Plaza de Toros Merideña, la mejor aula para ello».

 

Interesante  idea de este aficionado andino tachirense venezolano, que no deja de tener buen asidero en la educación taurina que debe prevalecer en el buen entendimiento, fortalecimiento, impulso, difusión de nuestra Fiesta Brava.

 

La idea no es mala, no es descabellada, es cristalizable, ojala no se la lleve el viento.