El Director Gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, Carlos Abella, ha destacado la aportación que el torero colombiano César Rincón ha realizado con su toreo y sus éxitos a la historia de la plaza de toros de Las Ventas, en el transcurso de un acto homenaje que la Comunidad ha rendido al diestro, y en el que también han intervenido el apoderado, Luis Álvarez, el ganadero y Escalera del Éxito 47,  Victoriano del Río y el periodista y escritor Javier Villán.

 

Abella también ha recordado diversos pasajes de la vida del torero, pero sobre todo ha resaltado su “enorme espíritu de sacrificio y superación, que le hicieron no desfallecer en su primer intento por triunfar en nuestro país, pero que en poco tiempo logró que sus actuaciones le otorgaran el reconocimiento de los aficionados y la llegada a la cumbre de la tauromaquia”.

 

El Director del Centro de Asuntos Taurinos también hizo referencia a los valores humanos del diestro colombiano “que siempre estuvo dispuesto a atender causas nobles y de carácter social”.

 

Posteriormente, Carlos Abella, en compañía de César Rincón, descubrieron un mosaico en la galería del tendido 1 de la plaza de toros, en el que la Comunidad de Madrid recuerda la primera de las cuatro salidas a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas en la temporada de 1991, “lo que le ha convertido en una leyenda de nuestra plaza”, en palabras de Abella.

 

Nacido en Santa Fe de Bogotá el 5 de septiembre de 1965, en el seno de una familia muy humilde, desde muy joven sintió su afición por los toros y su deseo de llegar a ser figura en ese difícil mundo. Con tan sólo 12 años vistió su primer traje de luces en la plaza de toros de Cali y casi de inmediato se convierte en novillero profesional.

 

Vino a España en 1981 y se enroló en el espectáculo cómico taurino “El Toronto y sus monos toreros”, recorriendo la geografía española dentro de la parte seria de dicho espectáculo y, un año más tarde, logra torear una veintena de novilladas.

 

Regresó a su país para tomar la alternativa el 8 de diciembre de 1982 en la plaza de Santamaría de su ciudad natal de manos de “Antoñete” como padrino y José María Manzanares de testigo.

 

Vuelve a España en 1984, pero torea tan sólo cuatro corridas de toros, incluida la de su confirmación en Las Ventas, el 2 de septiembre, con “Manili” de padrino y Pepe Luis Vargas de testigo y se vuelve a Colombia sin los resultados que él había deseado.

Pero tras siete años de ausencia, en 1991, en plena Feria de San Isidro,César Rincón obtendría el primero de sus éxitos de más resonancia, tras cortar dos orejas a un astado de Baltasar Ibán y salir a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas.

 

Al día siguiente y, cosas del destino, por una sustitución, Rincón volvería a salir a hombros de la Monumental madrileña, hecho que repetiría dos veces más en la misma temporada y una de ellas en la tradicional corrida de la Beneficencia en un recordado mano a mano con José Ortega Cano (Escalera del Éxito 163), estableciendo una marca hasta ahora por nadie superada.

 

Hasta su despedida de los ruedos, en el año 2007, César Rincón hizo el paseíllo en la plaza de toros de Las Ventas en 30 ocasiones, para estoquear 59 toros, a los que cortó 15 orejas y lograr salir a hombros por la Puerta Grande en seis ocasiones.

 

Además, el torero colombiano ha sido uno de los que en más ocasiones ha participado en la Corrida de la Beneficencia que organiza la Comunidad de Madrid, con cinco comparecencias en los años 1991, 1992, 1995, 1999 y 2006.

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