Informa desde Venezuela. Giovanni Cegarra. Periodista Taurino

En puertas de la crisis que se vive este país que ha afectado hasta sus cimientos a nuestra Fiesta Brava, se escuchaba que ya que lo del toro no subsistiría, que se acabaría, que no valía la pena la inversión, que se salía con las tablas en la cabeza y hoy día, esos agoreros de poca monta, son los propios caimanes en boca de caño, dando zancadillas, moviendo cielo y tierra, hilos políticos gubernamentales para hacerse de lo que ellos no han sido capaces de lograr, haciéndole daño a quienes les han superado, evidente situación latente en estos fueros andinos venezolanos.

Estos fulanos que despreciaron en su momento a nuestra Fiesta Brava, muestran sin verguenza alguna, su hambruna taurina, sí no pudieron en tal sitio van por el otro, no les importa hacer daño al que ha logrado el éxito, dejando a la vista su desesperante hambre, que deja mucho que decir, en estos tiempos por demás difíciles para lo taurino, que requiere de esfuerzos y voluntades para sacarlo adelante, por encima de todo.

Lo lamentable de esta situación que se vive y siente actualmente, en estos fueros andinos merideños venezolanos, es que entes gubernamentales que tienen su cuota de participación directa e indirectamente en lo toro, se dejan convencer por dimes y diretes, triquiñuelas, mentiras frescas, de estos hambrunos que pretendan enlodar a quienes dignamente han trabajado y trabajan, con sobrada honestidad, por la permanencia de nuestra Fiesta Brava, una actitud que da pena ajena, se tienen bien ganado, al menosprecio colectivo taurino.

Vengo advirtiéndolo desde hace mes y medio aproximadamente, pero les entra por un oído y les sale por el otro, parece que con estos hambrunos que tiene la Fiesta Brava Andina Merideña Venezolana, existiera un pacto de amigos con compromiso cuya hambre pretenden menguar a costa del sacrificio, esfuerzo, voluntad e inversión empresarial que otros han puesto de por medio, ganado en buena lid, pues nada, perro con hambre se muerde asi mismo, punto en boca y olé.