Leonardo Benítez abrió la tarde con una vibrante faena en la que sacó a relucir su oficio ante un toro bronco que se movió con más genio que clase. Firme y con buen sentido del temple, el diestro ligó series por ambos pitones con entrega. Tenía una oreja en la mano que perdió al fallar con el acero. Tras ser devuelto por partirse una mano el cuarto, Benítez lanceó muy bien a la verónica al sobrero, al que banderilleó con emoción y pureza. El torero venezolano se centró con “Trovador” al que cuajó una emotiva labor, con muletazos hondos, largos y ligados. Aprovechó  la nobleza del ejemplar para ligar series que entusiasmaron por su verdad y emotividad. El toro tras cada serie se salía suelto, pero una vez metido en el engaño repetía incansable, por lo cual la faena de Benítez fue larga, con momentos realmente conseguidos. El presidente del festejo concedió el indulto, no sin polémica y el diestro paseó dos orejas simbólicas.

 

José María Manzanares cortó las dos orejas de su primer toro por una faena modélica en cuanto a su estructura técnica y soberbia por su carga artística. Serio, centrado y medido, fue encelando al astado en las primeras series, tocando con precisión y llevando largo al toro, que rompió gracias al temple aterciopelado del español que desgranó naturales y derechazos hondos, con empaque y gusto, sacando siempre la muleta por debajo de la pala del pitón. Una estocada soberbia dio paso al doble trofeo. Con el deslucido quinto, Manzanares estuvo tesonero y profesional, tratando de sacar agua de un pozo seco, aunque su empeño fue en balde.

 

Ante el bronco, áspero y deslucido tercero Miguel Ángel Perera ha dejado una grata impresión pues se jugó limpiamente el tipo aguantando tarascadas, parones y miradas. No podía haber brillantez pero si lo que puso el torero, honradez y valor. Con el sexto, algo soso Perera sacó el látigo que tiene por muleta e impuso su mando en una faena emotiva, ligada en un palmo de terreno. Sin perder pasos y dejando siempre la muleta en la cara de su oponente, ligó mayestático varias series de muletazos ceñidos y largos. Un pinchazo dejó todo en una oreja pero lo de menos son los trofeos cuando un torero se la juega de la manera tan sincera como lo hizo Perera.

 

FICHA DE LA CORRIDA

 

Plaza de toros de San Cristóbal, viernes 29 de enero de 2010.

Segunda corrida de feria. Más de media entrada.

 

Toros de Los Ramírez, bien presentados y de buen juego en líneas generales, salvo el bronco y áspero tercero y el deslucido quinto. Con movilidad pero sin clase el primero y noble el segundo. El cuarto bis, sustituto del titular devuelto al partirse una mano fue indultado. Soso y noble el sexto.

Pesos: 437, 475, 442, 435 (2do bis) ,472 y 460 kilos.

 

Leonardo Benítez (Rosa palo y oro), silencio y dos orejas simbólicas.

José María Manzanares (Nazareno y oro), dos orejas y silencio.

Miguel Ángel Perera (Verde botella y oro), silencio y oreja.

Indultado el cuarto toro de la tarde, “Trovador”, número 137. En las cuadrillas destacaron en la brega Eliecer Paredes, Gerson Guerrero y Curro Javier. En banderillas Eduardo Graterol y Enzo Antequera.

Leonardo Benítez, José María Manzanares y el ganadero Ricardo Ramírez salieron en hombros por la puerta grande.

                                                                                           

 

Desde San Cristóbal (Venezuela), crónica de Víctor Ramírez “Vitico”