Daniel Martín, que corrió turno y  lidió en primer lugar el segundo de su lote, un animal que tras la porfía terminó tomando el capote, luego derribó en la primera vara, y empujó en la segunda. Faena de pegapases fuera de cacho mientras que el novillo blandeaba de manos y embestía como una babosa. Muleteo de larga duración, rematado de estocada administrada con el brazo suelto. Aviso y descabello que termina con el astado. El cuarto, sobrero de Hros. de José María Escobar, se salió suelto de varas y fue picado por persecución del piquero. Rompió en la muleta y Daniel Martín puso voluntad y valentía para acabar de media ladeada y estocada entrando con el brazo suelto. Fue aplaudido y dio la vuelta al ruedo.

El extremeño Francisco Pajares con el segundo de la tarde, del hierro titular y que acusó poca fuerza con embestida bobalicona, sacó pases fuera de cacho y la faena resultó sosa, como el novillo. Con el brazo suelto dejó una estocada que mató sin puntilla. El quinto, devuelto después de descabalgar al piquero, fue sustituido por otro sobrero  de Mauricio Soler Escobar, al que el novillero recogió bien con el capote y aguantó la embestida codiciosa. En varas, el novillo se salió suelto cabeceando y quedándose corto en la embestida. Lo pasó de muleta resultando cogido sin nada que lamentar. Empeñado el diestro en hacer lo que no era posible alargó la faena y remató de pinchazo, estocada corta ladeada y perpendicular, dos descabellos, sonó un aviso, otro descabello y remató la res el puntillero.

 

El sevillano Miguel Ángel Delgado vio como volvía al corral el tercero de la tarde por flojedad de remos. Se corrió turno y salió el sexto, astado con poca fuerza. Con buen estilo toreó el diestro con el capote y la muleta, aunque con el defecto, propio a la mayoría del escalafón, de citar fuera de cacho y con el pico de la muleta. Además, como casi todo el escalafón novilleril, entró a matar con el brazo suelto cobrando un pinchazo que precedió una estocada que mató sin puntilla. En sexto lugar salió otro sobrero de Hros. de José María Escobar, manso, que se salió suelto del caballo en varas y llegó a la muleta con embestida descompuesta y corto de arrancada, derrotando al final del pase. El joven espada estuvo muy valiente y expuso para intentar sacar lo que no era posible. Resultó cogido en dos ocasiones durante el trasteo muleteril, sin nada que lamentar. Acabó de pinchazo y estocada. El público entusiasta le pidió la oreja y el torero sevillano dio la vuelta al ruedo, dando así por terminado el festejo.

 

 

 

jose julio.jpg  Crónica de José Julio García

Decano de la crítica taurina de España