Con 20 minutos de retraso se inició la corrida dominguera, por la lluvia caída se trató de suspender el festejo y al fin se celebró. La ganadería anunciada de Peñajara fue rechazada en el reconocimiento previo y sustituida por la de los Herederos de don
El Fundi, que había anunciado que este era su último san Isidro, próxima su retirada de los ruedos. El primero embestía echando la cara arriba y desarrollaba sentido, expuso e intentó sacar partido pero todo quedó en buena voluntad. Tras varios intentos con el estoque sin que el toro,con mala intención, no se dejaba estoquear y remató con el descabello. Al cuarto le pegaron bien en varas, tras brindar al público buen comienzo de faena hasta que el toro se quedaba corto y no dejaba hacer. El uso del estoque supuso un suplicio para un torero que mata con facilidad y haciendo bien
José Ignacio Uceda Leal pechó con el segundo, un toro al que le pegaron en varas y que empujó. Ante la muleta desarrolló sentido y el buen estoqueador se vio desafiado por el burel, sumó cinco pinchazos rubricando la suerte con una estocada. Al quinto lo saludó con una tanda formidable de verónicas cargando
Rubén Pinar salió decidido y no se amilanó ante la embestida con sentido de sus enemigos. El tercero al pasarlo de muleta se vencía por el derecho. Por el izquierdo iba bien sacando naturales y el toro siguiendo la muleta logró series de pases aceptables. El toro fue a más y se lució toreando con la mano izquierda. Mató de una estocada baja sonó, un aviso y remató el puntillero. Hubo petición de oreja y saludó desde el tercio. El sexto realizó buena pelea en varas, se dejó torear con la muleta propinando un desarme
Y acabó para el arrastre de pinchazo persiguiendo al diestro, aviso, pinchazo, estocada y tres descabellos con lo que puso fin al festejo pasado por agua.
José
Decano de
Periodista – Escritor
Escalera del Éxito 103