El toro que abrió plaza tomó bien el capote y derribó en el primer encuentro con los montados. Llegó a la muleta quedándose corto y tras intentarlo,  Iván García optó por abreviar el trasteo con un macheteo, y terminar con su adversario de pinchazo y estocada baja. (Silencio). El cuarto se frenó de salida y le taparon la salida en sus dos encuentros con el caballo. El diestro madrileño supo hilvanar series cortas para dejar un ramillete de muletazos de buena factura antes de rematar de estocada baja de la que el toro se resistió a doblar, siendo ovacionado en el arrastre.  (Silencio).

Luis González recogió al primero de su lote para dejarlo en el centro del ruedo con eficaz capoteo. De nuevo le tapan la salida en varas donde el toro recibe un fuerte castigo. El de Yonnet llega a la muleta desplazándose mejor por el derecho mientras rebaña por el izquierdo. El diestro abulense después de probarlo volvió al pitón derecho para firmar los muletazos más estimables de su actuación. Lo despenó de estocada tendida y descabello y fue ovacionado, al igual que el toro en el arrastre. El quinto tomó bien el capote por el izquierdo y el torero enjaretó varias verónicas cadenciosas por este lado. Se midió más a este toro, que cumplió en el único puyazo que recibió. La faena de muleta debutó con alguna que otra colada, lo que no alentó al diestro abulense a confiarse lo suficiente para construir una faena compacta y firme. Terminó con su oponente de estocada hábil yéndose de la suerte y descabello. (Silencio).

David Mora se lució a la verónica ante el tercero. El toro salió blandeando de la suerte de varas y por ello la faena de muleta no llegó a levantar vuelo, con un astado que tenía mejor embestida por el derecho. El diestro lo despachó de una estocada que fue suficiente y saludó una ovación desde el tercio. El sexto fue devuelto por blandear al salir de la suerte de picar  y en su lugar salió un sobrero de Alcurrucén, que llegó a la muleta de su matador con sosa embestida, por lo que la faena, de larga duración, no  alcanzó a tener eco en el tendido. Después de despacharlo de una estocada fue silenciada la labor del diestro.