En primer lugar enhorabuena por tu triunfo  en las Ventas.

 

–Cuéntame un poco las sensaciones que tuviste el domingo pasado, en tu primer toro, después de una buena faena, las cosas se pusieron un poco negras a la hora de matar, pero supiste crecerte en tu segundo.

 

Un poquito no, se pusieron mucho. La verdad que yo creía que me echaban al toro para atrás. Pero, haber remontado la tarde y darle la vuelta a la tortilla, personalmente me ha hecho tener mucho poder de concentración y sobre todo estar muy orgullosa de esa tarde.

 

–¿Qué se siente al salir por la Puerta Grande de las Ventas? Sabiendo además, que se ha hecho historia.

 

En ese momento no sabía que había hecho historia, pero bueno, aún así, fue algo maravilloso, una sensación para mí hasta ahora la más bonita de mi vida y de la profesional, esa emoción tan distinta a cualquier otra que ojalá se pueda repetir otra vez.

 

–¿Eres supersticiosa? ¿Llevabas algo especial en esa tarde, algún amuleto, capote de paseo o traje de luces?

 

Pues no soy nada supersticiosa, el traje de luces no lo tenía claro para nada, pero desde el principio quería llevar el capote de paseo con la imagen del Cristo del Gran Poder, el paseíllo lo tenía que hacer con él a la espalda. Le tengo mucha fe a ese cristo, y sé que me ha librado de muchas cosas.

 

 

–¿Mentalizada dada la alta posibilidad de estar incluida en la Feria de Otoño?

 

Pues claro, desde ya, entremos o no entremos yo estoy muy mentalizada, me hace muchísima ilusión, porque hay que ratificar esto y ojalá entremos en muchas otras ferias.

 

–Lo más importante ¿cómo te encuentras de tu percance?

 

Bien, poquito a poco sigo yendo al médico y rehabilitación, porque ha sido una semana muy intensa antes de Madrid,   de machacar la pierna para que estuviera a punto y ahora más que nada descansando un poquito y volviendo a recoger fuerzas.

 

–La primera vez que te ví torear fue en tu debut con caballos en la plaza de toros de Granada en 2009, donde te dieron el premio a novillera triunfadora del Corpus. ¿En qué ha cambiado Conchi desde entonces?

 

Que tarde más bonita aquella. Ha cambiado quizás en el oficio, en depurar más la técnica y más rodaje, por lo demás sigo teniendo incluso más ilusión, más ganas. Básicamente ha cambiado en el oficio y la técnica que lo da el tiempo.

 

–¿En qué tipo de toreo te encajarías?

 

Mi concepto es clásico, con un toque de gusto o de arte y sobre todo me gusta el ligar y el aplomo, es importante la ligazón y el ver a un torero asentado sobre la arena.

 

–¿Quiénes son tus referentes?

 

Hoy en día todos los matadores tienen una técnica muy depurada y la personalidad es lo más importante. Es impresionante el nivel en que están.

 

–Hay algo que se me quedó grabado el domingo pasado, Antoñete dijo “Conchi puede ser torera” no suele equivocarse el maestro en sus previsiones, al menos, ganas y maneras no te faltan. ¿Hasta dónde quieres llegar en el mundo del toro?

 

Es evidente que el sueño de cualquier novillero y el mío es vivir de esto y ser figura del toreo. Poder estar en la élite de matadores de toros y en todas las ferias.

 

Muchas gracias Conchi y suerte.