Con el primero se vio suelto en el manejo de las telas toreras a Alberto Escolar que completó un buen trasteo. El novillo a la hora de matar se le arrancó, y al encuentro dejó una estocada.  Un intento de descabello, aviso por pasarse de faena y terminó de un descabello. El cuarto embestía con algo de genio y lo toreó con buen concepto, aunque con el defecto de alargar la faena inconscientemente. Tras una estocada sonó un aviso y acabó con el burel de tres descabellos.

El colombiano Juan Duque tuvo en el segundo un oponente bravucón que se iba de los capotes. Lo sujetó con la muleta con pases eficaces y su labor resultó aceptable. A novillo arrancado dejó una estocada caída y remató de un descabello, aviso y dos descabellos más. Al quinto, que acudía buen y con nobleza lo muleteó con buenos destellos toreros excediéndose demasiado en el trasteo hasta escuchar un aviso. Tras una estocada tendenciosa perdiendo la muleta en el embroque, sumó una perpendicular, sonó el segundo aviso y acabó de tres descabellos.

Alberto López Simón tuvo en el tercero un novillo de buen juego al que superó su condición con una faena de empaque y clase torera bien ligada, que  remató de estocada delantera y fue premiado con oreja. Al codicioso novillo que cerraba plaza le dio réplica con clase torera. Por la mala costumbre de que va cundiendo en mal ejemplo de matar con el brazo suelto, cobró tres metisaca con la espada y acabó de una estocada delantera y ladeada. Le concedieron otra oreja y salió en hombros.

Esto fue todo en este primer festejo de Valdemorillo protagonizado por novilleros de la escuela taurina Marcial Lalanda de Madrid.

 

 

     522010262422~12654050662080.jpg Crónica de José Julio García

                           Decano de los críticos taurinos de España