Es muy difícil crear una obra artística si no se conocen colores, formas y sonidos, con lo cual se da vida a los sentimientos, a los más depurados, de esos que se encuentran en esencia escondidos en los rincones del alma, y darles la forma de una escultura de filigranas que se convierta en mensaje para la existencia, pero que requiere de la genialidad de quien los maneja; dándoles el acabado total, el toque final; no así la naturaleza que en si lo tiene todo, lo fusiona y destaca las variables llenas de belleza que tiene ésta, transmitiendo un mensaje universal, el de la maravilla natural orientada por la mano del Creador.

Pero hay cestas de oro en donde se acunan las flores, las mejores, las muestras selectas como en la “Sevilla Chica”, que ha tenido el don de conjuntar lo más refinado dentro de lo clásico, convirtiendo este colorido jardín en la verdadera encarnación del arte, con la presencia de finísimos toreros, cada quien dueño de sus pinceles y acuarelas; óleos y espátulas para pintar con sus faenas lo mejor de la creación en el fino lienzo de la arena de la monumental “Raúl Dávalos”, que abrirá su puertas el 12 y 19 de abril, para que inicie ese maravilloso concierto guiado por la batuta de una mano firme, la de la empresa Tauro Producciones en este 2014.
Luego de Ambato, -dicen los taurinos- nos espera “La Sevilla Chica”, Riobamba, y tienen razón, porque siempre esta ciudad llena de historia, abre las puertas de su emporio para recibir con calidez humana a quien llega a visitarla; lo mismo ocurre con la monumental “Raúl Dávalos”, que convida a la fiesta grande que está por celebrarse en medio de esos ánimos caldeados de sus gentes que contagian con sus espíritus de buen cante. Y el portón se abre, y se agita la plaza, con el murmullo que crece como una ola marina que toma fuerza para hacer oír su estridente voz cuando muerde los graníticos farallones y acantilados solitarios.
Nada menos que vienen figuras extranjeras, que se las extraña y hacen falta como luceros en la noche, o como el ramalazo de corriente fresca en medio del tórrido verano, para rematar un buen cartel de esos para componer un exótico mural. Allí tenemos por antigüedad a los españoles Javier Conde e Iván Fandiño; el francés Juan Bautista Jalavert, y el mexicano Arturo Saldivar, que junto a los nacionales: Cruz Ordoñez y José Alfredo Cobo (que tomará la alternativa en esta feria “Señor del Buen Suceso” del 2014), harán el paseíllo en esas dos tardes que desde ya están provocando reacciones de interés nacional y más aún, de otras geografías.
El plantel de toreros es una aleación de arte y escogidos con buen gusto por parte de la empresa – a la que ya estábamos extrañando- y que reaparece insuflada de afición, para presentar la línea de armonía perfecta, que engalanará las fiestas de independencia de Riobamba la Sultana de los Andes, en este importante año de grandes innovaciones para la fiesta brava.
Tan solo nos faltaría conocer el último elemento y quizá el principal, como son los toros a lidiarse en estas dos tardes, que bien podrían ser de Campo Bravo o el Pinar; sin embargo es mejor dejar a la elección de la empresa anfitriona que es la que adereza la fiesta.