Inició el festejo con la participación de la Banda de Música del Estado de Querétaro, dirigida por el maestro Aurelio Olvera Montaño. Interpretaron «Granada» del inmortal Agustín Lara y varios pasodobles.
Abrió plaza el maestro Pablo Hermoso de Mendoza a lomos de «Dalí» con el toro «Cazador», número 13 con 470 kg., teniendo buena colocación con los rejones de castigo y llevando a la grupa al astado. Montando a «Chenel» inició el tercio de banderillas guiando al toro con gran elegancia desde la querencia hasta los medios. Colocó el primer par y toreando con el caballo llevó al de Fernando de la Mora rodeando las tablas. La segunda banderilla fue puesta con un quiebre en terrenos difíciles. Con «Espartaco» lució los dotes de alta escuela del equino, que citaba muy torero como si estuviese bailando el pasodoble que tocaba la Banda del Estado, y de poder a poder asistía a la embestida de un toro que mostró poca trasmisión. Con el caballo «Pirata» puso banderillas cortas y posteriormente mató con la hoja de peral un tanto trasero. Recibió la primera oreja del festejo.
El segundo del lote de Hermoso de Mendoza fue «Sinfonía», número 21 con 475 kilos de peso, que tuvo una salida en línea recta. Colocó los rejones de castigo montando a «Estella». El caballo «Silveti» recibió palmas al demostrar impresionante torería en el tercio de banderillas, llevaba al toro como si su cola fuese una muleta pegada a la cara de «Sinfonía». El rejoneador español nuevamente dejó el claro la magnificencia en la doma de sus caballos y el manejo de los mismos en el ruedo, con «Silveti» citaba de poder a poder con el equino moviendo una pata delantera con alegría y a pitón contrario cargando la suerte. «Ícaro» no se quedó atrás, llevando a cuestas al maestro Pablo, quien colocó el resto de las banderillas en un palmo de terreno. «Pirata» salió al ruedo para que el caballista ibérico pusiera banderillas cortas, colocando las dos últimas como un par a dos manos. No tuvo suerte con el rejón de muerte y perdió lo que pudo ser otra oreja. Fue ovacionado en los medios.
A Eulalio López «El Zotoluco» le tocó en suerte un berrendo de nombre «Jefe» en honor al senador Diego Fernández de Cevallos, conocido con el mote de «El Jefe Diego», número 101 y peso de 540 kilos. Al inicio de la faena, el toro cayó y fue protestado por un segmento del público asistente, sin embargo, una vez que ha sido picado no puede regresarse a los corrales. Predominó el toreo por derechazos, pero en la única tanda que dio por izquierda, corrió la mano dando naturales largos. Es un torero muy experimentado, que a pesar de tener muchos años en esto sale con los bríos y la actitud de un novillero que tiene ganas de comerse al mundo. Dio pases en redondo recibiendo las palmas de la afición queretana. Sufrió una voltereta que no pasó a mayores y continuó toreando por ambos lados con mucho oficio. Dejó una estocada baja y recibió una oreja.
El de Azcapotzalco recibió a la verónica a «Yeyo», nombre en honor al maestro Aurelio Olvera Montaño, con número 120 y peso de 500 kilogramos. Lo brindó al matador queretano Octavio García «El Payo», quien por primera vez después de aquella grave cornada del 25 de diciembre del año pasado, se dejó ver en público y caminando por su propio pie, siendo un gusto para todos verlo recuperándose y echando ‘palante’. El toro tenía recorrido aunque no era fácil, pero logró darle faena con series por ambos lados. Antes de la suerte suprema, realizó varios adornos con la muleta como él lo acostumbra. Mató con una estocada en buen sitio pero el astado tardó en caer, y recibió una oreja.
El tercero de la tarde fue «Payo», con 522 kilos de peso, cuyo nombre se le asignó en honor al matador queretano Octavio García «El Payo», fue para Fermín Spínola. Con el capote realizó bonitas chicuelinas andantes para conducir al toro a los picadores. Realizó una faena en la que predominaron las tandas por derechazos y dejando ver uno que otro molinete. Concluyó su labor muleteril toreando por manoletinas. Estuvo certero con la espada para cortar una oreja, siendo la que tuvo mayor petición por parte del público durante todo el festejo.
Cerró plaza Spínola con el toro «Chocorrol», número 201 y peso de 515 kg., estando variado con el capote. Lo recibió por cambiados a pies juntos. Trató de ligar faena por ambos lados a un burel complicado. Estuvo voluntarioso como en el primero de su lote, pero decidió no banderillear a ninguno de los dos. Tras su estocada recibió las palmas del público que se dio cita en Provincia Juriquilla.
Para mañana se anuncia un cartel de postín encabezado por Julián López «El Juli» quien por primera vez en México, toreará al lado del francés Sebastián Castella, y completa la tercia el mexicano Alejandro Amaya, que habrán de estoquear un encierro de Arroyo Zarco. ¡Qué Dios reparta suerte para todos!
Crónica de Paulina Romero Barrientos Fotografías Jackeline Medina 