El toricantano César Montes (de blanco y plata), recibió a su primer toro –que resultó ser el mejor de la tarde- Dominico, No. 42, de 480 Kg.; cárdeno oscuro, paliabierto, meano, bragado y coletero; con el capote lo lancea por verónicas con los brazos caídos, rematando por reboleras; con gran serenidad se vio desde el inicio de su faena, trasmitiendo emoción a los tendidos; el toro entró muy bien al capote y recargó con codicia en los caballos al recibir una buena vara de Mauro Prado –quien es desmontado por el burel-; Montes hace tres chicuelinas ceñidas al quite y pone banderillas a solicitud del respetable, resultando el mejor el tercer par dejado en todo lo alto al violín; César Montes recibe los trastos toricidas de su padrino Alfredo Gutiérrez y el ahora matador brinda su primer toro a su señor padre; pase por alto al inicio, lo lleva a los medios dándole su tiempo a Dominico, le liga dos tandas de derechazos templados y profundos; fue ésta una labor derechista porque por naturales el toro zacatecas pase.jpgregateaba las embestidas y daba arreones violentos; César se vio voluntarioso, creativo, haciendo de todo con buen gusto, pero falló con la espada, despacha a su enemigo hasta el sexto viaje con el descabello y pese a eso, da la vuelta al ruedo recibiendo el cariño de su público. Con su segundo toro, el sexto de la tarde, Platero, No. 12, 498 Kg., negro, bragado, meano, sobaquero, listón y caribello (o mascarillo, como dicen en El Fuerte), César lo lleva bien con el capote, el toro recarga en los caballos y recibe un buen puyazo de César Morales; al quite ejecuta tres gaoneras de manera limpia: lo mejor fue el tercio de banderillas, en el que el matador nos dejó ver que tiene facultades para hacerlo, destaca el tercer par, de cortas y cite de rodillas; con la muleta el toro cambió de lidia y regateaba las embestidas, dando arreones al pasar, por lo que no pudo hacerle mucho, pero se vio valiente y voluntarioso; dejó una estocada entera, trasera, pero efectiva. Oreja por petición unánime del respetable.

 

Alfredo Gutiérrez (de champagne y oro) tuvo en suerte al segundo de la tarde, Manzanito, No. 13, 545 Kg., berrendo en cárdeno oscuro, avacado, enmorrillado, rabicano, bragado corrido, corniapretado y gargantillo, nevado de los corvejones; le hace cuatro verónicas muy bien ejecutadas y lo lleva a los caballos con chicuelinas andantes, donde recargó bien; luego al quite le hizo tres navarras rematando con una larga; después de la devolución de los trastos por parte de César Montes, brinda al respetable; con la muleta el toro cambió de lidia, se frena a mitad de la embestida, pero Gutiérrez se ve machacón y logra sacarle tres tandas de derechazos muy en sitio, con pasión y temple, al final lo prueba por naturales pero el toro se quedó parado; falla con el estoque y al segundo viaje termina con Manzanito, con una estocada entera, tendida y cruzada. Palmas. Cienfuegos –el cuarto de la tarde-, No. 31, de 522 Kg., negro, enmorrillado, carifosco, bragado y meano, fue recibido por Gutiérrez con larga cambiada de hinojos, continúa así y lo lancea con el capote pegado a tablas, luego cuatro verónicas muy lentas y remata con el manguerazo de Villalta; el toro remató con codicia a los caballos pero en el tercer tercio cambió de lidia, tornándose reservón, bravucón más que bravo; Gutiérrez se lució con sendas tandas de derechazos, molinetes, trincherazos y un molinete invertido que quedó para el recuerdo; al final dejó una estocada entera, trasera y ante la petición unánime del público, el juez le negó la oreja injustamente –sobre todo si recordamos todas las que ha regalado en esta feria-.

Jairo Miguel (de palo de rosa y oro), tuvo en suerte al peor lote de la tarde; recibió a su primero, Jerezano, No. 24, 540 Kg.; negro, listón, enmorrillado, meano, cornidelantero; le lanceó por verónicas con la muleta; con los caballos el toro tumba al picador y al caballo; el toro es violento, calamochea peligrosamente; el torero español hizo buena actuación con la muleta, sobre todo por derechazos, porque por naturales el toro se engatilla; despacha al animal al segundo viaje con una estocada entera, cruzada. Palmas del respetable. Su segundo toro tuvo que ser devuelto al los corrales pues tenía una de las patas delanteras lastimada; por lo que salió el toro de reserva de la ganadería zacatecana de Torrecilla, Emergente, No. 29, 470 Kg.; cárdeno, bragado, meano, nevado de los cuartos traseros, muy bien puesto de cuerna, caribello; el toro evidenció sus malas maneras desde el inicio, tal vez por haber estado entorilado desde hace dos semanas; se resistió a los caballos, se escupió de la suerte, luego desarrolló sentido y requirió de un torero de más experiencia, pues Jairo Miguel, aunque voluntarioso, no le pudo hacer faena; estuvo además, pésimo con la espada, logró despachar a Emergente hasta el décimo viaje y recibió un aviso. Bronca del público.

 

Crónica de Jánea Estrada

Fotos de Óscar Baez

La Jornada Zacatecas