Este relato va dirigido a las víctimas del toreo acaecidas en los años 1916 y 1917, que siguiendo el orden cronológico de cómo ocurrieron, son las siguientes:

 

Año 1916

 

El novillero valenciano Antonio Martín, «Zurdo» decide pasarse al grupo de banderilleros en el año 1916, y en tal circunstancia interviene como tal el 22 de junio en una plaza improvisada en La Navata (Madrid), siendo empitonado en el pecho sobre otra cicatriz de anterior cornada. El falleci­miento se produciría a primeras horas de la tarde del siguiente día.

 

El 27 de agosto se anuncia en Astorga (León) el joven maestro del valenciano pueblo de Catarroja, Antonio Carpio Ríos. Sería un novillo de Rivas el que le corneara en su trasteo de muleta. Curado de urgencia en la enfermería de la plaza, es operado en la Casa de Misericordia, donde dejó de existir a las diez y media de aquella misma noche.

 

El novel espada ovetense, Andrés Gallego, actúa el 27 de agosto en La Coruña en la parte seria de un espectáculo cómico-taurino. Herido en el vientre, al parecer levemente, marcha a su hospedaje, donde se agrava y fallece a primeras horas de esa misma noche a consecuencia de una hemorragia interna.

 

Otro diestro novel, Ángel Álvarez, «Angelillo», resulta herido de gravedad el 18 de septiembre en la localidad de Belmonte del Tajo. Deficientemente curado por falta de medios adecuados, se le envía al Hospital de la Princesa, de Madrid, donde deja de existir dos días después.

 

E1 28 de septiembre, el modesto banderillero Serafín Uría Mauriz, «Barbero» es cogido en el abulense pueblo de Hoyos de Pinares, sufriendo fuerte conmoción visceral a resulta de la cual falle­ce a primera hora de aquella misma noche.

 

A las órdenes de Agustín García Diaz, «Malla», marcha a torerar a Jaén, el 19 de octubre, el banderillero Angel Boronat Bas de los Reyes, «Angelillo de Valencia», que resultaría herido en un muslo, y que a la postre le produciría la muerte en Madrid el 28 de dicho mes.

 

A las órdenes del modesto diestro Antonio de Miguel, toreaba el 29 de octubre en la localidad ma­drileña de Valdemorillo, el banderillero sevillano «Lobito», cuando al hacer un quite a su matador fue empitonado en el vientre por un novillo del hierro de Romualdo Jiménez. Las heridas fueron de tal consideración, que el infortunado «Lobito», fallecía a los pocos minutos.

 

Sería en Panamá donde hallaría el final de sus días el novillero sevillano José Rivas Rodríguez, «Morenito chico de San Bernardo». El hecho tuvo lugar el 4 de diciembre.

   

Año 1917

 

Poco más de un año llevaba en el escalafón de matadores de toros el diestro aragonés, Floren­tino Ballesteros Solsona, cuando se contrata en Madrid la tarde del 23 de abril, acartelándose con Manuel Mejías, «Bienvenida» y José Gómez Ortega, «Gallito», para lidiar un encierro de Gamero Cívico. El salido en último lugar, «Cocinero» de nombre y berrendo en castaño, le corneó en el pecho al torearle de capa, y lo fue de tal gravedad, que el infortunado Florentino falleció durante la madrugada del siguiente día. Trasladado a su Zaragoza natal, fue objeto de una impresionante y espontánea manifestación de duelo por parte de sus paisanos, que quisieron así testimoniarle el mu­cho cariño que siempre le dispensaron.

 

El banderillero Manuel Morena Delgado, que alternaba su actividad como banderillero con la de linotipista en el diario El Liberal, de Bilbao, es herido el 2 de septiembre en Raro (Logroño) por un novillo de Nicasio Casas y a consecuencia de ello deja de existir el siguiente día 9 en un centro hospitalario de su Bilbao natal.

 

Sería en Valencia (Venezuela), donde el 14 de noviembre el modesto novillero sevillano José Sepúlveda, «Joselete», encontraría la muerte tras ser corneado al descabellar a un astado, que le produciría heridas en la mandíbula, en el pecho y en la ingle izquierda, lo que le provocaría su fallecimiento a última hora de la tarde.