La historia nos dice que fue “Costillares” quien diseñó los primeros vestidos de torear. Es una vestimenta tradicional que procede de finales del siglo XVII y que se le fueron añadiendo numerosos complementos, hasta la fecha es una ropa exclusiva para ejercer de torero o subalterno. Está fabricado en seda bordado de oro, plata o azabache. Vestirse de torero es un ritual para el matador, que es asistido en todo momento por su mozo de espadas, que le ayuda a vestirse con especial parsimonia y orden.

El traje de torero se compone de variadas y numerosas piezas confeccionadas y estudiadas para cumplir tanto con la elegancia como con la “protección” del matador. Mencionaremos generalmente dichas piezas: Montera, corbatín, chaquetilla, chaleco, faja, calzón, taleguilla, medias, camisa, zapatillas, capote de paseo, en los picadores el sombrero se le llama castoreño.

Un torero tiene que salir a la plaza elegante y cómodo a la vez, sin que nada le sobre ni le falte, justo. Referente a los motivos de los bordados los hay de formas vegetales, geométricas, florales, de líneas, ramas, círculos y la mezcla de ambos o varios elementos. En el vestir de un matador todo es cuestión de conjugar anatomía, psicología, fisonomía y gustos del maestro.

La taleguilla, chaquetilla y chaleco suelen ser del mismo color, diversos y a gusto del torero, adornados con bordados, alamares y lentejuelas de oro en los matadores y de plata o azabache en los subalternos. Los colores más comunes suelen ser el grana, nazareno, purísima, rosa palo, blanco, tabaco. También se usan colores más claros para mimetizar con el albero o bien colores menos delicados para los peones de brega.

El traje goyesco viene de los primeros tiempos del toreo moderno y los toreros visten a la manera del siglo XVII, época de Goya, el traje es parecido al de ahora pero descargado de brillos, con pocos adornos y sin lentejuelas, más holgado y en la cabeza rematando con un bicornio.

Los picadores en lugar de zapatillas llevan botas, en la pierna derecha una armadura de hierro llamada mona que sube hasta la entrepierna y en la izquierda una más pequeña llamada gregoriana, su chaquetilla es también bordada en oro.

Los rejoneadores españoles utilizan traje campero, en cambio los portugueses visten a la Federica (al estilo de Federico de Prusia), lujosa indumentaria rematada con un adornado tricornio a la cabeza.