Las reacciones que despierta, quien se atreve a ser feliz, al escribir del apasionante arte del Toro de Lidia, son las mayores expresiones de sentimiento que puede lector alguno manifestarle, con su denotada fuerza de inconformidad, con su decidida forma de refutar el contexto expresado, con la firmeza del criterio objetivo del tema, o la enhorabuena efusiva y delirante del pensar igual, en la coincidencia divina en la comunión de la opinión manifestada, esa identificación llena de garbo, con cada palabra, que en su temple de ensueño, se escribe con pasión, y en su lectura suspira en la ligazón de una tanda de frases, de artística expresión, y rematadas por bajo con soltura y torería, singular de por si, pero que desembocan en un océano de coincidencias absolutas, por la verdad dentro del arte maravilloso del toreo.

 

 Hay que ver las cosas, que hay que oír, en este mundo taurino, de insuperable satisfacción, como también las broncas incontenibles de los inconformes, y hay que ver, las que hay que vivir para sentir, la verdad que manifiesta con dignidad el Toro, todo esto en un revuelo fascinante de comentarios cargados de sentimientos encontrados, en el vía crucis del amor por la fiesta del Toro.

 

Es de una verdad taurina, tan grande y majestuosa como una catedral, que la decisión de vetar a los matadores de toros, que actuaron en la pasada feria de Valencia, es sin lugar a dudas, una decisión acertada y fundamentada en razones de suficiente peso jurídico, y basados en la estatutos, normas, y acuerdos del gremio de toreros, como constitucional en el ámbito de la Ley Laboral de Venezuela. Eso si la parte moral estará por verse, ya que según mis mentados lectores, hay una lucha sin dar,  ni pedir cuartel, desde ya hace algunos años, por saber si el cúmulo de toreros extranjeros que han actuado en plazas portátiles en Venezuela, lo han hecho con sus respectivas visas de trabajo, como algunos de ellos, han actuado con las razones comerciales de empresas de plazas de primera categoría, para tramitar su visa de trabajo, La asociación de Matadores de Toros y novillos de Venezuela, serán los que determinen, expliquen y puedan disipar dichas dudas.

 

Como la existencia de unos supuestos documentos nacionales, que reposan en las manos de connotados taurinos de la ciudad de Valencia, uno de ellos de vínculos directos con la empresa taurina, y otro como garante de dichos recaudos, veedor para que sean los adecuados para contratar toreros, y que éstos pudieran actuar en Valencia, donde se prueba la supuesta permisología, en donde dichos toreros extranjeros actuaron legalmente, en la feria valenciana, esperaremos por tales documentos, mientras tanto esta por verse, tal permisología. Aunque es la firme posición de quien les escribe, que debería vetarse a la empresa taurina generadora de tan desagradable y penosa situación valenciana.

 

Vocifera otro lector, que algunas empresas taurinas de dichas plazas portátiles carecen totalmente de registro mercantil, y sin registro fiscal, por lo tanto sin solvencia alguna, y por demás sin ningún documento legal para tramitar las visas de trabajo, ¿Cómo han hecho, para tramitar tales visas en los últimos tres años? ¿Quién la pone el cascabel al gato? Dichas empresas taurinas de las portátiles carecen de todo documento legal necesario, para poder organizar las ferias de nuestras ciudades y pueblos, Apreciado lector serán las autoridades civiles; Alcaldes, Concejales, Comités de Ferias o inclusive Gobernadores,  los que expliquen porqué se le otorgaron las concesiones o permisos para montar espectáculos taurinos, a dichas empresas sin su documentación respectiva, atentando contra los requisitos necesarios para organizar un espectáculo público en sus municipios de cualquier índole artístico, concretamente taurino, y atentando contra los interés totales de Venezuela.

 

El Toro Bravo, Toma La Palabra, está en la imperiosa obligación, de manifestar su repudio contundente, a los actos de vandalismo sin razón, y alevosa agresión en contra del subalterno venezolano Rafael Orta, venga de donde venga, dicho hecho es repudiable totalmente, y de una pena de muerte sin perdón alguno, si se tratase de seres que habitan en el mundo taurino, inclusive como profesionales del arte. Dios quiera que tal desmán no nos marque profundamente, infringiéndole un artero estoconazo a nuestros corazones taurinos. Como de ser cierto la supuesta agresión física del también subalterno de a pie, Víctor Meléndez al cual supuestamente le propinaron una golpiza cobarde y vejatoria, por integrantes del mundo taurino.

 

Capítulo aparte la también agresión verbal, terrorista en su esencia, en contra del Matador de Toros colombiano Sebastián Vargas. Que causa una decepción de magnitudes descomunales como venezolano, y lo peor de sentir tristeza como taurino de dichos desmanes bañados de pena ajena. Disculpe usted torero, de ser ciertas tales aseveraciones, se le pide perdón con vehemencia, de todos los taurinos venezolanos, y si esta en usted condenarlos, será bien recibido tal desagravio, merecido en su total concepto, y de necesario castigo.

 

No queda en este corazón taurino, que palpita emocionado al escribir del tema de un hermoso y espectacular animal, que con su entrega, en cada festejo taurino, ratifica contundentemente su verdad, y nos dicta una lección de dignidad, pureza y grandeza. Que a pesar de nuestra supuesta inteligencia, nos revuelca fieramente en su maravillosa integridad, solo,  Cuando Las Reacciones de Los Lectores, Son Síntoma de Preocupación Taurina,

Hay Que Reflexionar Profundamente.

 

Que La santísima Virgen María coloque su manto sagrado, sobre el  caudal inagotable e innumerable de sus opiniones, y el desarrollo de sus valiosos criterios, que en cantidad de honorable placer, han ustedes dispensados a los humildes escritos de “El Toro Bravo, Toma La Palabra” dándole una dimensión inimaginable, de lo que  orgullosamente atesora, ante tan selecto y calificados lectores. Que Dios Les Bendiga.