Fuente: El Arte Taurino

El nacimiento de Santiago de Compostela como lugar donde enterrar el cuerpo de Santiago se debe a la inspiración divina de dos bravos toros. La descripción de la noticia de se debe a León Rosmithal:

Los discípulos de Santiago fueron al Alcázar de la reina Lupa , en Padrón, para suplicar que les diera algunos bueyes o mulas para conducir el cuerpo del santo al lugar que la estrella había señalado. Pero aquella inhumana reina tan cruel, principalmente con todos los cristianos, tenía un dragón fiero y sanguinario, al cual echaba aquellos que quería matar y al punto los destrozaba; también tenía dos toros ferocísimos a los cuales arrojaba aquellos cuya muerte resolvía, y los toros mataban al punto a os que cogían, de suerte que nadie osaban a cercarse a ellos.

La reina mandó primero que echasen los discípulos de Santiago al dragón; y al encontrarse con que el dragón que había de devorarlos, no sólo no les hizo ningún daño, sino lo que es maravilla, parecía que os veneraba, mandó que arrojasen os discípulos a los toros, a los que nadie osaba acercarse; pero en cuento los vieron se llenaron de terror y los que esto presenciaron fueron a relatárselo a la reina, la cual, conmovida y aterrada, con tales milagros, se convirtió a la fe de Cristo con todos los suyos, mandando que se dieran a los discípulos aquellos toros, con los cuales condujeron el cuerpo de Santiago al lugar donde la estrella quedó inmóvil y los toros se araron por su voluntad; y allí colocaron su cuerpo, y en este sitio está hoy su sepulcro.