Informa desde Venezuela. Rubén Darío Villafraz. Periodista Taurino

TOVAR, Mérida.- Este jueves arrancó ya formalmente el apartado taurino de la tradicional cita taurina de la Sultana del Mocotíes como es la Feria de Tovar 2019, que esta edición llega a su 176ª edición. Es la cita con mayor tradición del exiguo calendario taurino venezolano y en estos tiempos la única que ha mantenido su status como viene haciéndolo desde hace poco menos de cuatro lustros, antes de haber entrado nuestro país en el desastre económico que nos embarga.

Sin duda alguna es una apuesta de enorme afición la que ha hecho el conocido y admirado beisbolista zurdo en retiro local, Johan Santana, quien se ha convertido luego de su salida de la palestra activa deportiva en ferviente y apasionado aficionado a la fiesta brava, aquí y allá donde él se pueda dar la oportunidad de hacerse presente.

Este año mantiene a pesar de todo lo que ha vivido el país el mismo formato ferial: tres corridas y una novillada, cuando pensábamos que iba incluso a reducirse por aquello de lo de los costos. A todo ello e incluso a estos consejos no ha tomado en consideración Santana y ha programado a partir de esta tarde cuatro funciones taurinas cada una de ellas con más o menor interés que se verá en taquillas su tirón de atracción.

La feria esta armada para que sea una de las más exitosas en el ruedo, y lo demuestra incluso desde la propia novillada de apertura con la lidia de una terna de noveles coletas locales, hecho este que se tenía varios años que no se apostaba por ello. Se apuesta por el esfuerzo de los jóvenes espadas de Tovar a todo el año estar con la ilusión de verle los pitones al toro, al esfuerzo en estos instantes de verse anunciado en una feria taurina de trascendencia, de las pocas que nos queda, y en especial, al hecho de sembrar el futuro en estos momentos donde se debe de apostar primero por lo nuestro, lo local, lo que nos quedará para el futuro.

El encierro a lidiar es de una ganadería de garantizado nivel para el lucimiento, a poco que los “muchachos” se queden quietos, le corran las manos, y les funcione un poquito la cabeza. Es Campolargo un corolario de bravura y nobleza, tamizado por la afición y trabajo de su propietario y su mayoral, Don Gilberto Álvarez, quien es el que toma decisiones fundamentales en el devenir de esta divisa enclavada en el las sabanas yaracuyanas. De antemano viene seleccionada de tres sementales contrastados como son «Carmelo», «Catatumbo» y «Yaracuyano», todos con resultados exitosos en sus productos en los últimos años,

De los toreros actuantes esta tarde –la novillada arrancara en punto de las 4:30 pm- los tres son conocidos por la afición local. Por ejemplo Reymer Arellano conocido como el “El Plata” fue discípulo del recordado banderillero en retiro español Don Ricardo Mencía, quien precisamente en Tovar murió el año pasado. Fue el que forjó al primero torero de trascendencia de estas tierras como lo es Nerio Ramírez “El Tovareño”. Por lo tanto, viene de una escuela donde los manejos de las telas y en especial la seguridad de terrenos son premisas. Esperemos que le veamos igual de bien o mejor como la última que tuvimos la ocasión, exactamente el año pasado en la novillada de la feria de San Cristóbal, donde pudo haber triunfado con fuerza. Por cierto, hace dos años fue excluido del cartel de la novillada, lanzándose como espontaneo, clara muestra de su afición y orgullo torero.

Otro de los acartelados esta tarde es Cleiderman Méndez, quien le llaman “El Moro”. Este joven espada el año antepasado, es decir el 2017 tocó en suerte un gran ejemplar de la ganadería de esta tarde como es Campolargo, que literalmente se toreaba solo; una nobleza, dulzura en su embestida y en especial, largueza en su recorrido como los buenos que siempre han salido en esta ganadería, de nombre «Montouro» el cual se le indultó. Triunfaría saliendo en hombros, y de allí su aldabonazo que le ha llevado este año incursionar por ruedos peruanos donde ha actuado en varios festejos estos meses. Esperemos que luzca así mismo con el rodaje y solvencia que da el haber estado mentalizado todos estos meses para una prueba de sumo compromiso como el de esta tarde.

Y cierra cartel tal vez el menos placeado pero no exento de ambición de triunfo como lo es  Alejandro Barragán, alumno igualmente de lo que acá en Tovar han llamado la Academia Taurina, cuya sede es el ruedo del Coliseo El Llano. Maneras y buen oficio tiene el mencionado coleta, a quien se le intuye ese buen talante de los toreros de esta tierra, quienes sin duda alguna tienen el compromiso de mantener esa llama taurina que con tanto esfuerzo se intenta preservar.