Tal grupo de toreros, se ha olvidado que pertenecen a un colectivo profesional que tiene un decano, Pepe Luís Vázquez, y un buen número de miembros, a recordar: Pepín Martín Vázquez, Julio Aparicio, Dámaso Gómez, Antoñete, Gregorio Sánchez, Diego Puerta, Ángel Teruel, Pedro Moya “Niño de la Capea” y así hasta José Ortega Cano, César Rincón y José Miguel Arroyo “Joselito”, sin mencionar otros muchos nombres para no hacer más larga la cita. Además la Fiesta también la integran empresarios, ganaderos, picadores, banderilleros, mozos de espada y aficionados abonados a las plazas de los toros.

Nosotros reflexionamos y decimos, desde la antigüedad los festejos taurinos y su organización han estado siempre regidos por la autoridad competente, dependiendo del Ministerio de la Gobernación, hoy Ministerio del Interior. En pueblos se delegaba en la autoridad municipal, e incluso en algunas provincias, un ejemplo Pamplona. En pueblos de menor censo le corresponde tal responsabilidad al Comandante de Puesto de la Guardia Civil. Esto es tan evidente, que ya en los Fueros de Zamora del siglo XIII y en las Cantigas del Rey Alfonso X El Sabio, ya se hace referencia a la organización y desarrollo del espectáculo taurino.

El pretender el paso de lo taurino al Ministerio de la Cultura, basándose en que el toreo es arte y genera cultura, nos parece un pretexto interesado que se convierte en sofisma. Nos hace pensar que a ciertos integrantes de la Fiesta de los Toros les molesta la Policía en el Palco Presidencial, asimismo el Cuerpo Facultativo de Veterinarios Oficiales. Ambas instituciones son una garantía en el cumplimiento del Reglamento que conocen a fondo, razón que refleja el comportamiento de su misión responsable, sin dejarse mangonear.

Pongamos las cartas boca arriba y hablemos claro: Nosotros entendemos que lo taurino debe seguir regido por el Ministerio del Interior, lo contrario puede resultar negativo por falta de competencia de la autoridad. Así lo entendemos y así lo decimos.

 

 

 

José Julio García

Actual Decano de la Crítica Taurina