Román Pérez estuvo bien con un novillo con el que incluso llegó a abandonarse en algún pasaje de su faena. Estuvo firme el francés, que ya cortara una oreja el año pasado en esta misma plaza. Le dio su distancia al novillo y supo cuidarlo, toreando a veces e incluso con gusto. A este le cortó una oreja, que le ha dado una sustitución en la novillada del próximo 7 de junio. Sin embargo en el quinto de la tarde salió un Román Pérez diferente, apático y muy desconfiado con el juego de su novillo, no se acopló y el público le reprochó su actitud.
Daniel Sotillo también ha dejado ver dos caras de su toreo en la maestranza esta tarde del domingo. Una es la de un torero que tiene gusto y otra la de que está aun muy verde. En su primero, un novillo un poco más apagado, pudimos ver ese temple y ese buen gusto en su toreo. La falta de chispa en la embestida terminó por aburrirnos, aunque también pudimos ver que el astigitano posee valor. El sexto novillo fue un bravo animal al que se le vieron sus buenas intenciones desde el primer momento de la faena. En cuanto vio el de Espartaco al caballo aparecer por la puerta de cuadrillas, estuvo pendiente de él, arrancándose hasta en cuatro ocasiones demostrando gran bravura y emoción. Fue largo al caballo en las dos varas reglamentarias, en las que se le castigó demasiado. En el tercio de banderillas también permitió el lucimiento por parte de los hombres de plata. En la faena de muleta, Sotillo se lo llevó a los medios, donde le molestó el aire a veces pero donde nunca se acopló. Solo le dio la distancia necesaria en la primera tanda pero después echarse demasiado encima llegando a asfixiar su oponente. De esta manera la faena nunca pudo llegar a tomar vuelo, y el novillo tambien tropezó demasiado en la muleta del joven espada de Ecija.
Julio Parejo saludó con un buen toreo a la verónica que no tuvo eco en los tendidos debido a la escasa transmisión y fuerza del novillo. No tuvo suerte el pacense en su lote y obtuvo silencio en ambos.
Crónica de Conchita Rodríguez Ortiz