Mañana llena  de emociones, máxime cuando apareció en el ruedo Adrián Gómez en semicamilla  de ruedas acompañado de su esposa Sandra entre ovaciones y lágrimas, arropado por sus compañeros, el rejoneador Diego Ventura, los espadas José Miguel Arroyo “Joselito”, José Pedro Prados “Fundi”, organizadores del festejo. Adrián  Gómez, banderillero de la cuadrilla de éste, acompañados de cuantos se ofrecieron desinteresadamente para participar, Enrique Ponce, Morante de la Puebla, El Juli y el novillero Cristian Escribano, más el personal de las cuadrillas y mozos de estoques. Todos merecedores  de un gran y prolongado aplauso por su generosa aportación en un gran gesto.

Se lidiaron novillos–toros, cedidos generosamente por sus ganaderos, acción llena de toda consideración y reconocimiento humanitario. El primero de Pedro Moya “Niño de la Capea” para el rejoneador Diego Ventura, dos orejas. En lidia ordinaria, el de Victoriano del Río para Joselito, que nos hizo sentir nostalgias, dos orejas; de “El Ventorrillo”, para “Fundi” dos orejas. El de Enrique Ponce para su propietario, oreja; el de “La Campana” para Morante de la Puebla, dos orejas; el de Daniel Ruiz para “El Juli” dos orejas y el de Guadalmena para Cristian Escribano, oreja.

Todos los actuantes en su línea habitual ya conocida se lucieron con su toreo. Lo de los trofeos es pura anécdota, pues su mayor mérito y su mejora FAENA es haber estado presentes en el ruedo en un festejo que significa una gran ayuda a un compañero caído en la arena con una lesión muy grave, que le ha dejado tetrapléjico.

Esperemos que la ciencia realice el milagro de arreglar en lo posible la anatomía de un torero joven y valiente. ¡Qué así sea!

 

 

 

 

 

 

 

 

Crónica de José Julio García

Decano de los Críticos Taurinos de España