Festejo mixto se celebró hoy en el coso taurino de La  Capital de la Salsa. Se cortaron tres orejas debatidas por los asistentes a la primera corrida de abono de la Feria número 53 en la capital vallecaucana.

Se lidiaron seis ejemplares muy bien presentados de la ganadería El Paraíso, propiedad de Don Jerónimo Pimentel. El comportamiento fue variado, destacándose los lidiados en primero, quinto y sexto de la tarde. Incluso hubo petición de indulto para el quinto lidiado por Guerrita Chico.

El vallecaucano Paco Perlaza, quien ha sido triunfador de dos ferias de las 53 que se han celebrado llevándose los  trofeos Señor de los Cristales; no pudo el día de hoy cuajar una buena tarde para su historial en Cañaveralejo. En su primero conectó rápidamente con el respetable, al iniciar su faena de muleta de hinojos al hilo de las tablas; la faena a pesar de voluntad y buena técnica, careció de profundidad, sin embargo se le otorgó una oreja.

Con el cuarto de la tarde Perlaza, estuvo desconfiado y no pudo conectar con el ejemplar que tenía poco recorrido y era bastante pronto; no se explotaron algunas facultades que al inicio demostró de la lidia, no hubo orden y al final fue silenciada su labor.

Guerrita Chico quiso conquistar su público de la ciudad de Cali, objetivo que logró por momentos pero que después se volcó en división de opiniones. El toro más importante de la corrida que fue el quinto, lo toreó bien, abriendo el compás y teniendo planchada la muleta frente al ejemplar; pero cuando las personas de los tendidos solicitaron fuertemente el indulto de Fulero, que fue bravo pero no cumplía todas las condiciones para perdonarle la muerte, el torero vallecaucano se desconcentró, perdió tiempo valioso del ejemplar y esto le provocó la imposibilidad de mostrar como se debía al toro… sin haber tocado al astado con la espada, se tocaron los tres avisos y se fue vivo a los corrales, ahora por decisión de la empresa y la ganadería El Paraíso, Fulero fue regalado a la ganadería de Ambaló S.A. Palmas y división de opiniones tras tres avisos

El español Álvaro Montes hizo gala de su buen manejo de los caballos, excelente jinete y propietario de una muy buena cuadra de caballos torero. Un espectáculo alegre y vistoso mostró ante el público caleño que nunca lo había visto, cortó las dos orejas del sexto de la tarde, que se otorgaron sin petición del público y que carecieron de exigencia del palco presidencial pues no hubo faena para dichos trofeos y  se fue con palmas en su primero que era un ejemplar complicado. Hay mucha alegría en sus presentaciones pero hay poco toreo ortodoxo y profundo a caballo.

 

Desde Colombia, Informa Carolina Baquero (Directora para América)