Un toro que salió sin fijeza hasta el primer rejón de castigo, que restó de su tendencia a gazapear. Faena sincera de Leonardo Hernández, con suertes realizadas a la usanza portuguesa, entre el recorte y el quiebro, acompasadas de buenos galopes templando la embestida. Cortó una oreja después de dos rejones de muerte.

El primero de Daniel Luque tomó dos picotazos, una lástima la falta de fuerzas de este ejemplar que demostró gran nobleza y ante el cual Luque dejó apuntes de buen gusto acorde a la condición del astado. Mató de entera. Recibió a su segundo por verónicas de exquisito temple, sobre todo por el pitón derecho. Al toro, que se había empleado un buen rato en la primera vara, fue medido en la segunda y su matador buscó el abrigo de la zona de toriles para que no le molestara el aire. Faena sentida y enclasada, a la que el compás muy abierto no restó pulcritud. La muleta arrastrada por el albero, se llevó embebido la embestida de nobleza impecable en varios naturales de buen corte. La faena tuvo el epilogo de un toreo de cercanía antes de recetar una gran estocada. Dos orejas. El tercero de su lote tomó dos puyazos en bravo y el sobresaliente Morenito le efectuó un vistoso quite por gaoneras. Pero el toro llegó con calamocheo al último tercio y sumándole un aire cada vez más molesto el trasteo se diluyó sin mayor interés para la concurrencia. Terminó de media y descabello.

 

Nîmes – 18 de septiembre 2010  – 4º de Feria

 

Un tercio de plaza – Cielo entoldado sin lluvia

 

2 toros de Fermín Bohórquez para rejones y 4 toros de El Pilar, bien presentados, nobles, pero justos de raza en general.

 

Leonardo Hernández: Silencio / Oreja

Daniel Luque: Silencio / Dos orejas / Silencio / Silencio