Diego Ventura ha terminado la larga jornada de entrenamiento del sábado con el estupendo sabor de boca que le han dejado los dos
Inició la actividad a temprana hora con su entrenamiento habitual que incluyó la lidia de un par de vacas para únicamente salir de la finca a comer en un restaurante de la ciudad y volver a realizar la sesión vespertina con la lidia de dos toros a puerta cerrada de la ganadería de Pepe Garfias.
Estos astados permitieron a Diego Ventura gustarse en el toreo a lomos de sus caballos de salida: Chocolate y Guadalquivir; así como los corceles especialistas en banderillas: desde Nazarí, Wellington, Milagro, Pegaso, hasta Ginés y Cheque; para concluir luego con Remate y Califa, ejemplares que integran la cuadra que llevará a la ciudad guanajuatense.
Después de esta preparación realizará mañana lunes el que será su tercer paseíllo en